Cuando se cumple una semana del devastador terremoto que sacudió Turquía y Siria, la cifra de muertos superó los 35 mil, y ante las escasas perspectivas de encontrar más supervivientes, los esfuerzos se orientan ahora a ayudar a los cientos de miles de personas que se quedaron sin hogar.
El balance confirmado es de 35 mil 331 muertos, 31 mil 643 en Turquía y 3 mil 688 en Siria, lo que convierte al terremoto en el quinto más mortífero desde el inicio del siglo XXI. En Siria, un país ya devastado por más de una década de guerra, se teme que estas cifras sean muy superiores.
Pero, aunque cada vez es más difícil, todavía se hallan personas vivas entre las montañas de escombros de ciudades que quedaron destruidas tras el sismo de magnitud 7.8. El lunes, un niño de 12 años de edad fue rescatado en la provincia de Hatay, 182 horas después del terremoto, informaron los medios turcos.
Siria, situación más que compleja
En Siria, el presidente Bashar al Asad pidió el lunes ayuda internacional para “la reconstrucción de las infraestructuras” destruidas por el sismo en el país, donde la ONU estima que más de 5 millones de personas se quedaron sin casa. Asad hizo este llamado tras un encuentro con el jefe de emergencias de la ONU, Martin Griffiths, que este lunes estuvo en Damasco y Alepo. El pasado fin de semana, Griffiths ya denunció el fracaso del envío de ayuda para Siria.
Los suministros son vitales para un país donde el sistema de salud y la infraestructura están en ruinas tras el conflicto que opone el gobierno de Al Asad con varios grupos rebeldes que controlan parte del territorio. Por el cruce de Bab al Hawa, el único punto por el que puede entrar ayuda internacional a zonas bajo control rebelde, pasaron diez camiones de la ONU rumbo al noroeste de Siria, según un periodista de AFP.
El convoy llevaba materiales como plásticos para confeccionar albergues de emergencia, cuerdas y mantas, pero también herramientas como destornilladores y clavos. Pero, según funcionarios de la ONU, se necesita muchísimo más para los millones de personas que se quedaron sin casa. “Ahora estamos centrados en ayudar al pueblo sirio”, dijo el enviado de la ONU, Geir Pedersen, en Damasco.
Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reunió el domingo en la capital siria con Asad y dijo que el mandatario aseguró que estaba dispuesto a abrir más pasos fronterizos para ayudar a ingresar ayuda a zonas bajo rebeldes. “Las crisis combinadas de conflicto, covid, cólera, declive económico y ahora el terremoto, han tenido un costo insoportable”, declaró Tedros tras visitar Alepo.
*Con información de AFP