En el municipio de San José del Golfo, los pobladores dicen estar cansados de las irregularidades que ocurren cada cuatro años cuando hay elecciones en Guatemala. Por eso, el domingo salieron a protestar y frenaron la votación en la localidad.
Los vecinos de este municipio situado a 30 km al este de la capital se indignaron cuando vieron llegar buses con personas “acarreadas” de otras partes del país, al considerar que era una maniobra del repudiado alcalde para conseguir la reelección.
Eso detonó las pasiones y las protestas el día en que se realizaban los comicios municipales, en forma paralela a los presidenciales y legislativos.
“La inconformidad que ha habido siempre es el acarreo de personas”, dice a la AFP Nohemí Guzmán, de 34 años.
“No es de ahorita (…), cada elección es lo mismo”, se lamenta la mujer, quien es dueña de una pollería y quien resultó intoxicada con los gases lacrimógenos que lanzaron los policías para dispersar a la indignada muchedumbre.
La escuela de altos muros amarillos donde comenzó la refriega luce desolada y el rótulo blanco de “Centro de Votación” estaba casi desprendido, mientras unos pocos policías caminan patrullando por las calles del pueblo.
En la protesta dos mujeres y un hombre fueron arrestados y acusados de incitar a la violencia.
#EUElecciones2023 | Se denunció un ataque contra los miembros de las Juntas Receptoras de Votos y la Junta Electoral Municipal de esa localidad, situación que llevó a que renunciaran.
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— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) June 25, 2023
“Estamos felices”, dicen habitantes de San José del Golfo
El conflicto comenzó a fraguarse la noche del sábado, horas antes del arranque de las elecciones, cuando los vecinos notaron la llegada de autobuses con gente que sospechaban que venía de poblados lejanos a votar en favor de la reelección del alcalde, Rocael Chamalé, del partido del presidente Alejandro Giammattei.
Las autoridades electorales señalaron que se trataba de voluntarios que iban a atender las mesas de votación y que fueron agredidos por los lugareños.
“Fueron obligados a bajar de los buses y a algunas personas inclusive les rociaron gasolina en sus cuerpos con amenaza de prenderles fuego”, señaló el domingo el jefe de la junta electoral regional, Álvaro Bravo, al anunciar la suspensión de las elecciones en el pueblo.
Los vecinos rechazan esa versión, así como otros candidatos a la alcaldía, que están felices con la suspensión de los comicios en el pueblo, aunque repudian la represión sufrida a manos de un nutrido contingente de policías y soldados.
“Estamos contentos, tranquilos, satisfechos y muy orgullosos del pueblo de San José del Golfo que despertó, se levantó y se logró que se detuvieran las elecciones”, dice a la AFP Rocael Palencia, de 49 años, uno de los 10 aspirantes a la alcaldía del poblado situado en un pequeño valle.
“Somos pacíficos, el único detonante es el acarreo”, sostiene el hombre aún con la voz afectada por los gases y que viste una camisa blanca con el símbolo del partido Cabal.
Mientras, Guzmán atribuye el problema al alcalde: “Si se va a ganar (la reelección), que sea con las personas del pueblo”, que tiene unos 8 mil 500 habitantes.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) estableció que las votaciones en San José del Golfo se realizarán el domingo 20 de agosto, cuando también se lleve a cabo la segunda vuelta de elección presidencial.
* Con información de la agencia de noticias AFP.