Guatemala se encuentra en un momento crucial de su historia, marcado por desafíos significativos y, al mismo tiempo, por oportunidades para construir y avanzar. El 14 y 15 de enero tomarán posesión las nuevas autoridades del ejecutivo, legislativo y corporaciones municipales. En este contexto, es imperativo que el próximo gobierno asuma un papel proactivo, enfocándose en una serie de medidas estratégicas que aborden no solo los problemas inmediatos, sino también aquellos que han socavado las bases institucionales en los últimos años. A continuación, se presenta una serie de acciones que están plasmadas en una estrategia denominada Ruta para la Dignidad Humana 2024-2028 elaborada por el CIEN.
Al ser Guatemala una República, es de recordar que la autoridad proviene de los ciudadanos y se ejerce por medio de representantes electos. Los principios fundamentales que guían a las repúblicas incluyen la soberanía popular, el estado de derecho, la separación de poderes, la representación democrática, la protección de derechos individuales, la rendición de cuentas y la participación ciudadana. Se busca establecer un sistema gubernamental justo, equitativo y transparente, donde la sociedad tenga voz en las decisiones y los líderes sean responsables de sus acciones.
La consolidación de la democracia es la piedra angular de cualquier sociedad que busca el desarrollo sostenible. Es fundamental que el próximo gobierno refuerce los principios de la democracia liberal, promoviendo la participación y evitando cualquier intento de autoritarismo. La tecnología debe ser aliada en este proceso, ampliando las oportunidades de participación digital y aumentando la transparencia en la gestión pública.
Es fundamental construir una visión compartida del país que anhelamos, fomentando la colaboración colectiva para alcanzarla. En la actualidad, nos encontramos en un momento clave donde la innovación y el aprovechamiento de los avances del siglo XXI como la globalización, la ciencia y la tecnología son fundamentales. De esta manera, podremos construir un futuro que refleje nuestra visión y aproveche plenamente nuestras raíces y el potencial de la era actual. Requerimos esa luz, emoción, pasión e ilusión para emprender camino, con buen paso y a buen ritmo. La elaboración de un plan con metas concretas para los próximos años será determinante.
El combate a la corrupción requiere de forma urgente cambios de procesos para lograr la transparencia y la eficiencia en la Administración Pública. Es muy importante enfocarse en las contrataciones. La mejora en las adquisiciones públicas y una reforma integral del servicio civil son esenciales. Instrumentos estándar de contratación, gestión de riesgos y el uso de la tecnología son claves para reducir la discrecionalidad y aumentar la eficiencia. La revisión de pactos colectivos y la flexibilización de criterios salariales son pasos necesarios para crear una administración pública más competente y eficaz.
La atención a la salud y la educación requiere un enfoque sistémico. Es fundamental implementar estrategias que abarquen todo el ciclo de vida, comenzando con programas destinados a las madres embarazadas y asegurando la nutrición adecuada de los infantes. Además, es imperativo garantizar un sólido sistema de atención primaria de la salud, especialmente en las regiones más desfavorecidas del país y que el Ministerio de Salud retome la rectoría y coordine con el IGSS y el sector privado los servicios de salud.
Urge una transformación en el modelo educativo para preparar a las generaciones venideras para el éxito en el siglo XXI.
Es esencial que todos los niños accedan a la educación preprimaria, fortalecer la atención primaria y ampliar la educación secundaria mediante modalidades creativos e innovadores con alianzas con otras instituciones como el INTECAP y el sector privado. Una formación inicial sólida y la capacitación continua de los docentes, junto con la integración de tecnologías en las aulas, son fundamentales para el desarrollo educativo integral.
La falta de inversión en infraestructura ha minado el desempeño económico. El próximo gobierno debe promover mecanismos para la participación privada en sectores clave, renovar la infraestructura ferroviaria y fomentar la competencia en telecomunicaciones. La inversión estratégica en infraestructura es esencial para estimular el crecimiento económico y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
La creación de empleo productivo es vital. Esto implica no solo generar oportunidades, sino también garantizar condiciones laborales competitivas y una evolución predecible en los costos laborales. La formación de cadenas de valor y la alineación de programas de capacitación con las necesidades del mercado laboral son pasos necesarios para asegurar un desarrollo humano sostenible.
Finalmente, garantizar la seguridad ciudadana y una justicia pronta y cumplida es esencial. La asignación de recursos y esfuerzos a programas de prevención del delito, junto con reformas en la policía y el sistema penitenciario, son fundamentales. La digitalización del sistema de justicia mejorará la eficiencia y la transparencia, permitirá construir un marco sólido para la aplicación de la ley en busca de certeza jurídica.
El próximo gobierno tiene la responsabilidad y la oportunidad de sentar las bases hacia la dignidad humana en Guatemala. Estas propuestas no solo son un plan estratégico, sino un llamado a la acción colectiva y a la construcción de un futuro más próspero para todos los guatemaltecos. El camino es desafiante, pero la visión y determinación pueden marcar la diferencia en la construcción de un país desarrollado, libre y en paz para todos. ¡A todos muy feliz año y al nuevo gobierno muchos éxitos!
