El expresidente estadounidense Donald Trump subrayó este sábado su oposición a un plan bipartidista sobre inmigración que el presidente Joe Biden prometió utilizar para “cerrar” la frontera con México si la situación allí se desborda.
Con la inmigración en el centro de la agenda electoral en Estados Unidos y un enfrentamiento electoral Biden-Trump que se dibuja en el horizonte de los comicios de noviembre, el proyecto está siendo negociado entre un grupo de congresistas conservadores y funcionarios gubernamentales desde hace dos meses.
Trump doesn’t want anything done about the border because that’s the only thing he can run on and he advised the Republican leadership to not give Biden a win.
Here is Biden’s border plan pic.twitter.com/dx1SaVp0VY
— Sofa King Black (@AmoddDaniels) January 28, 2024
Plan al que se opone Trump
Biden respaldó el proyecto de ley el sábado, al insistir en que marcaría el comienzo de las reformas fronterizas “más duras” de la historia del país norteamericano.
“Me daría, como presidente, la autoridad de emergencia para cerrar la frontera hasta que vuelva a estar bajo control”, dijo Biden en un discurso en Carolina del Sur. “Si ese proyecto fuese ley hoy, cerraría la frontera ahora mismo y la arreglaría rápidamente”, prosiguió.
Trump, por su parte, ha colocado a la inmigración como el principal asunto de su campaña en busca de volver a la Casa Blanca y se opone a la iniciativa que podría llegar al Senado.
“Un mal acuerdo fronterizo es mucho peor que no tener acuerdo fronterizo”, dijo el exmandatario en su red Truth Social el sábado. Añadió que la situación actual es una “catástrofe esperando ocurrir”.
Durante su campaña en Las Vegas, Nevada, Trump afirmó el sábado que había “un 100% de probabilidades de que se produjera un gran atentado terrorista en Estados Unidos” llevado a cabo por personas que habían cruzado la frontera. Por el momento se desconocen los detalles del acuerdo que negocian los dos partidos.
Estas negociaciones son un intento por salvar un paquete de ayuda a Ucrania solicitado por el presidente al Congreso, pero condicionado por los republicanos a un endurecimiento de la política migratoria.