El mundo, ahora envuelto en nuevas crisis, sociales, económicas e incluso bélicas, entra en un nuevo año. Por fin dejando atrás la pandemia, aunque sacudido por el flagelo de la guerra y por sus efectos, sobre todo los económicos, el planeta encara el 2025 con mucha incertidumbre. Y en medio de este panorama sombrío, vuelve a sobrevolar un nombre que para muchos empieza a resultar familiar: el de Michel de Nôtre-Dame, mejor conocido como Nostradamus.
Las profecías del célebre astrólogo francés, fallecido hace más de 450 años, siempre dan de qué hablar, pero con cada año que pasa estas parecen cobrar más y más relevancia, especialmente por el actual contexto de tensión mundial. Y si ya Nostradamus había vaticinado que el 2024 sería un año bastante sombrío, aparentemente no se podría esperar nada mucho mejor para el 2025.
¿Tercera guerra mundial?
Una advertencia "habitual" entre las profecías de Nostradamus es la de una guerra inminente, la que muchos temen podría ser la Tercera Guerra Mundial. Los temores arrecian conforme escalan las tensiones en países en conflicto, y hoy más que nunca el que se cierne sobre Rusia y Ucrania, o el que aqueja a Oriente Medio.
"El anticristo muy pronto aniquila a los tres. Veintisiete años sangre durará su guerra. Los herejes muertos captivos exiliados. Sangre cuerpos humanos agua roja helada", versa uno de los pasajes, que conocedores de los textos del astrólogo asocian con una catástrofe bélica a gran escala, que tendría repercusiones globales, desencadenando un eventual colapso económico que derivaría en disturbios sociales en todo el planeta.
Clima extremo y desastres naturales
Muchos temen también un cambio, que aunque ha sido gradual, con el pasar del tiempo se ha ido acentuando, del clima, haciendo que sus efectos se perciban más y más en algunas partes del mundo, con condiciones extremas y resultados mortales para quienes no logran adaptarse. En ese sentido, señalan que Nostradamus habría predicho para 2025 un cambio climático extremo, con olas de calor que afectarían, puntualmente, a EE. UU. y a Europa, desencadenando, además, incendios forestales incontrolables.
Aunado a esto, se anticiparían desastres naturales cada vez más devastadores, los cuales destrozarían pueblos y ciudades enteras, obligando a la población que las habita a migrar. Asimismo, la escasez de alimentos, consecuencia de las crecientes tensiones sociales, multiplicaría la hambruna y la pobreza.
Avances tecnológicos
Michel de Nôtre-Dame también se referiría a una revolución social, la cual conllevaría a avances tecnológicos impresionantes que, si bien optimizarían el trabajo y estarían enfocados en dinamizar las economías, empezarían a reemplazar, poco a poco, la mano de obra humana, y los primeros efectos los podemos ver ya con el rápido desarrollo de las Inteligencias Artificiales. Además, se espera que el 2025 sea un gran año para los avances médicos, con el surgimiento de tratamientos que podrían llegar, incluso, a sanar enfermedades incurables.
Nostradamus también habló de una posible "convulsión" de la riqueza global, lo que podría manifestarse en el surgimiento de nuevas monedas digitales basadas en blockchain, o en un cambio radical en cómo se distribuyen los recursos en el mundo.
Renacimiento espiritual
Por último, se habla del surgimiento de un renacimiento espiritual en la humanidad. Un despertar para quienes buscan la paz en medio de un mundo sumergido en los conflictos y algo necesario para acallar los temores y las tribulaciones de quienes sufren, día a día, con la guerra provocada por el hombre. Se trataría de, después de la oscuridad, un período de luz, que se extendería globalmente entre la humanidad, aliviando el fin de los tiempos.
