La jornada de clasificación del Gran Premio de la Emilia-Romagna 2025 estuvo marcada por un impactante accidente protagonizado por el piloto japonés Yuki Tsunoda, del equipo Red Bull. Durante la primera parte de la Q1, Tsunoda perdió el control de su monoplaza en la curva seis del circuito de Imola, impactando violentamente contra las barreras de protección. El choque fue de tal magnitud que el monoplaza llegó a volcar, obligando a la dirección de carrera a desplegar la bandera roja y detener la sesión de manera inmediata.
Afortunadamente, pese a lo aparatoso del incidente, Tsunoda logró salir del vehículo por su propio pie, lo que generó alivio tanto en el paddock como entre los aficionados. Los comisarios actuaron con rapidez para retirar los restos del monoplaza, limpiar la pista y reparar los daños en la barrera de neumáticos. La clasificación se reanudó con 12 minutos y 13 segundos restantes en el cronómetro, reavivando la tensión de una Q1 que aún depararía más sorpresas.
Tsunoda no fue el único accidentado
Poco después de la reanudación, el argentino Franco Colapinto, quien regresaba a la Fórmula 1 en este mismo fin de semana, protagonizó otro incidente que volvió a sacudir la sesión. Colapinto, que no había participado en los seis primeros Grandes Premios de la temporada y debutaba con Alpine tras fichar en invierno, sufrió una salida de pista en la curva tres. El joven piloto pisó la grava al intentar completar una vuelta rápida y perdió el control de su coche, terminando contra las protecciones.
Como resultado del accidente, Colapinto se clasificó en la decimoquinta posición para la carrera del domingo, aunque su lugar en la parrilla podría verse comprometido si su equipo necesita cambiar componentes clave como el motor o la caja de cambios. A pesar de estos incidentes, la emoción en Imola continúa intacta, con una clasificación que dejó claro que el GP de Emilia-Romagna promete ser uno de los más intensos de la temporada 2025.