El delantero polaco Robert Lewandowski compareció este miércoles ante un tribunal de Varsovia para prestar declaración en un proceso judicial que involucra a su antiguo agente y socio comercial, Cezary Kucharski. El caso, que ha captado gran atención mediática en Polonia, gira en torno a un presunto chantaje por parte de Kucharski, quien habría intentado extorsionar al jugador exigiéndole 20 millones de euros a cambio de no divulgar supuestas irregularidades fiscales relacionadas con su empresa "RL Management", en la que también participa su esposa, Anna Lewandowska.
Según la Fiscalía Regional de Varsovia, Kucharski habría acosado al matrimonio Lewandowski entre septiembre de 2019 y septiembre de 2020, realizando cientos de llamadas telefónicas intimidatorias. Como prueba central del caso se presentaron grabaciones de más de tres horas de conversaciones entre ambos, realizadas sin el conocimiento del exagente. En dichas grabaciones, Kucharski menciona explícitamente la suma de dinero exigida a cambio de "tranquilidad" y acusa al delantero de evasión fiscal tanto en Polonia como en Alemania. La autenticidad de estas grabaciones ha sido verificada por peritos forenses, descartando cualquier manipulación.
Lewandowski vive momentos complicados en Polonia
Lewandowski llegó al tribunal rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad, incluyendo abogados, escoltas privados y agentes policiales. Su esposa ha sido citada a declarar en la siguiente jornada del juicio, lo que podría aportar nuevos elementos al caso. El delantero del FC Barcelona insinuó también que su antiguo representante podría haber estado vinculado a actividades de lavado de dinero, lo que añade gravedad al proceso legal en curso. Esta disputa no solo refleja un conflicto empresarial, sino también un drama personal que ha afectado la imagen pública del goleador polaco.
En paralelo al juicio, Lewandowski atraviesa un momento de tensión con la selección nacional tras su decisión de no participar en futuras convocatorias mientras Michal Probierz siga como seleccionador. El conflicto se originó luego de que Probierz le retirara la capitanía, generando divisiones internas. Aunque la Federación Polaca intentó minimizar el tema, medios locales aseguran que el ambiente en el vestuario era tenso y que algunos jugadores veían a Lewandowski como una figura divisiva. A través de redes sociales, el futbolista dejó entrever que su confianza en el entrenador está rota, complicando aún más el panorama de la selección polaca, que ya enfrenta serias dificultades en su camino hacia el Mundial tras la reciente derrota ante Finlandia.
