La sorpresiva eliminación de Canadá a manos de Guatemala en la tanda de penales ha dejado una estela de decepción en el entorno canadiense. El equipo norteamericano, que llegaba como uno de los favoritos para avanzar hasta las semifinales de la Copa Oro, fue incapaz de imponerse ante una selección guatemalteca organizada y combativa. Tras el partido, el técnico Jesse Marsch ofreció una explicación que, si bien no pretende ser una excusa, sí arroja luz sobre las dificultades que enfrentó su plantel durante el torneo.
"Siendo sincero, nos falta la mitad de nuestro grupo", señaló Marsch en conferencia de prensa. Aunque aclaró que esto "no es excusa", el estratega estadounidense subrayó las múltiples ausencias que condicionaron el rendimiento del equipo. Entre ellas, la más notable fue la de Alphonso Davies, considerado por muchos como el mejor lateral izquierdo del mundo. Davies se encuentra en proceso de recuperación tras una grave lesión de ligamento cruzado sufrida en marzo, lo que significó una baja sensible para el combinado canadiense.
Guatemala dio el batacazo ante Canadá
Antes del inicio del certamen, Marsch ya había generado titulares por sus declaraciones en torno a la ausencia de figuras en otras selecciones, particularmente en la estadounidense. "Nadie me llamó para decirme: ‘Entrenador, no sé, ha sido un año largo, quizá no venga a la Copa Oro’. Nadie, ni de lejos", comentó el técnico, en alusión a la disposición total de sus convocados, a pesar de las circunstancias adversas. Sin embargo, estas palabras ahora cobran un matiz diferente, luego de que su escuadra no lograra alcanzar las expectativas trazadas.
A pesar de la eliminación, Marsch instó a mirar hacia adelante con optimismo, especialmente con miras al Mundial de 2026, que Canadá coorganizará junto a Estados Unidos y México. El torneo servirá como una gran vitrina para el crecimiento del fútbol canadiense, y el técnico espera contar con su grupo completo para entonces. Por ahora, la dolorosa eliminación servirá como lección y como recordatorio de que, incluso con talento, la ausencia de piezas clave puede marcar una gran diferencia en la alta competencia.
