En un sorpresivo giro dentro del mundo de la Fórmula 1, la escudería Red Bull Racing anunció este miércoles el despido inmediato de Christian Horner como jefe de equipo, cerrando así un ciclo de dos décadas en las que el británico se convirtió en una figura clave del automovilismo. Bajo su liderazgo, Red Bull conquistó ocho títulos mundiales de pilotos y seis campeonatos de constructores, consolidándose como uno de los equipos más exitosos del siglo XXI. La dirección ejecutiva del equipo, encabezada por Oliver Mintzlaff, agradeció su dedicación, trabajo incansable e innovación que transformaron a la escudería en una potencia de la parrilla.
Durante su gestión, Horner dirigió a Red Bull en su época dorada con Sebastian Vettel, quien obtuvo cuatro títulos consecutivos entre 2010 y 2013, y posteriormente con Max Verstappen, campeón del mundo en las últimas cuatro temporadas, de 2021 a 2024. Las cifras hablan por sí solas: 124 victorias, 107 poles y 287 podios conseguidos desde que Horner asumió el mando en 2005. Sin embargo, la reciente caída de rendimiento del equipo, sumada a tensiones internas y la pérdida de otras figuras clave como Adrian Newey y Jonathan Wheatley, terminaron por precipitar su salida.
Red Bull empieza una reestructuración
El reemplazo de Horner será Laurent Mekies, quien hasta ahora lideraba la escudería hermana Racing Bulls. El francés expresó su entusiasmo ante este nuevo reto, agradeciendo la confianza de la organización y destacando que asume el cargo con el objetivo de devolver a Red Bull a lo más alto de la clasificación. Mekies no solo deberá enfrentarse al desafío deportivo, sino también al reto de revitalizar una estructura que ha perdido a piezas fundamentales en los últimos meses.
En el marco de esta reestructuración, Alan Permane tomará el relevo de Mekies como jefe de equipo de Racing Bulls. Mekies elogió a su sucesor, calificándolo como "el hombre perfecto" para continuar el proyecto, gracias a su profundo conocimiento del equipo y su papel crucial en los primeros éxitos de la escudería.
Mientras tanto, Red Bull se encuentra en una complicada cuarta posición en el campeonato de constructores, muy por detrás de McLaren, Ferrari y Mercedes, con solo dos victorias en las primeras doce carreras del año. El cambio marca un antes y un después para el equipo austriaco, que busca reinventarse en una temporada marcada por la incertidumbre.



