El legendario boxeador filipino Manny Pacquiao, único campeón en ocho divisiones distintas, regresó este sábado al boxeo profesional con una actuación notable a sus 46 años. En una pelea intensa y emocionante en el MGM Grand Arena de Las Vegas, Pacquiao empató con el estadounidense Mario Barrios, quien retuvo así su título welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). La decisión dividida de los jueces —115-113 para Barrios y dos tarjetas de 114-114— fue abucheada por los aficionados, que en su mayoría vieron como vencedor al 'Pacman'.
Desde el primer campanazo, Pacquiao demostró que su edad no era impedimento para desplegar su característico ritmo agresivo. Dominó el primer asalto con rápidos rectos de izquierda, aunque Barrios supo contrarrestar durante los siguientes episodios con un jab efectivo que le permitió marcar distancia. Sin embargo, el filipino recuperó terreno en los rounds medios, aprovechando la pasividad de Barrios para atacar con combinaciones al cuerpo y ganchos certeros que pusieron en aprietos al campeón.
Para Pacquiao la edad es solo un número
La pelea alcanzó su clímax en los asaltos finales, cuando Pacquiao mostró su mejor versión. Con combinaciones de volados al rostro y ataques a las zonas blandas, el veterano púgil acorraló a un Barrios visiblemente desconcertado. Aunque el mexicoamericano reaccionó tímidamente en los últimos rounds, no fue suficiente para inclinar la balanza a su favor. "Creo que gané la pelea. Fue cerrada, pero hice un gran esfuerzo y me preparé con disciplina. Voy a buscar la revancha", declaró Pacquiao tras el combate.
Más allá del resultado, la noche fue un testimonio del espíritu indomable de Manny Pacquiao, quien a los 46 años desafió el tiempo y compitió de tú a tú con un campeón en plenitud física. Con su regreso, el filipino no solo ilusiona a sus seguidores con una posible revancha, sino que también deja claro que su legado aún tiene capítulos por escribirse en la historia del boxeo.
