Un Atlético sin rumbo empata en casa ante el Elche

El Atlético de Madrid volvió a tropezar en LaLiga y apenas empató 1-1 frente al Elche en el Metropolitano. El equipo de Simeone acumula un punto en dos jornadas.

Diego Simeone, técnico del Atlético de Madrid - EFE
Diego Simeone, técnico del Atlético de Madrid / FUENTE: Agencia EFE

El Atlético de Madrid volvió a tropezar en LaLiga, esta vez en el empate 1-1 frente al Elche en el Estadio Metropolitano. El conjunto rojiblanco, que ya había caído derrotado en la primera jornada ante el Espanyol, sigue sin encontrar el ritmo adecuado y acumula únicamente un punto de seis posibles. La falta de solidez defensiva y la irregularidad en el ataque dejaron al descubierto las dudas de un equipo que todavía no transmite la contundencia esperada.

El encuentro comenzó con buenas sensaciones para los locales, que se adelantaron en el marcador gracias a Alexander Sorloth. El delantero noruego aprovechó un error del guardameta Dituro para abrir el marcador con un remate preciso. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que el Elche respondió de inmediato con un contragolpe letal culminado por Rafa Mir, que silenció al Metropolitano apenas siete minutos después. Ese tanto reflejó la fragilidad defensiva del Atlético, incapaz de cerrar espacios tras un saque de esquina propio.

Atlético de Madrid no puede ante el Elche

A partir de ahí, el partido se convirtió en un reflejo de la incertidumbre rojiblanca. Pese a la movilidad de Giuliano Simeone y los intentos de Julián Álvarez y Thiago Almada, el Atlético se mostró ineficaz en la definición y sin ideas claras en la construcción de juego. Simeone movió el banquillo en busca de soluciones con los ingresos de Griezmann y Raspadori, pero el equipo no consiguió superar a un Elche ordenado, valiente y sólido en defensa.

El empate deja más preguntas que respuestas en el entorno colchonero. Aunque el torneo recién comienza, la falta de victorias y el nivel mostrado generan inquietud en la afición. El Atlético parece atrapado en un proceso de adaptación que no da resultados inmediatos, mientras el tiempo y la presión se convierten en sus principales enemigos. Si no encuentra pronto su identidad futbolística, el equipo corre el riesgo de perder terreno en la pelea por los puestos altos de la clasificación.