El histórico Estadio Giuseppe Meazza, conocido mundialmente como San Siro, cambiará para siempre. En la madrugada de este martes, el Ayuntamiento de Milán aprobó la venta del emblemático recinto a los clubes Inter de Milán y AC Milan por un valor de 197 millones de euros, convirtiéndolos en los nuevos propietarios. La operación, que contempla una inversión total cercana a los 1.200 millones de euros, permitirá la demolición parcial del actual estadio y la construcción de un moderno complejo deportivo y comercial que será el nuevo motor económico de ambas instituciones.
La decisión llegó después de años de negociaciones, desacuerdos políticos y debates públicos sobre el futuro del inmueble. Los dos clubes, respaldados por capital estadounidense —Oaktree en el caso del Inter y RedBird Capital en el Milan—, habían intentado en varias ocasiones adquirir el terreno público donde se ubica el estadio. Incluso se valoró la posibilidad de que cada equipo edificara su propio recinto, pero finalmente optaron por una propuesta conjunta que garantiza el aprovechamiento del espacio y un proyecto de mayor envergadura.
¿Qué pasará con San Siro?
La sesión del concejo municipal, que comenzó la tarde del lunes y se prolongó por más de 12 horas, estuvo marcada por la presentación de 239 enmiendas. Finalmente, con 24 votos a favor, 20 en contra y ninguna abstención, se dio luz verde a la venta. La urgencia de la votación se debía a que la oferta de compra tenía como fecha límite el 30 de septiembre, lo que impidió posponer la discusión. La abstención estratégica de algunos consejeros del partido Forza Italia, fundado por el fallecido Silvio Berlusconi, facilitó la aprobación definitiva.
El nuevo proyecto no solo contempla la edificación de un estadio de última generación con capacidad para 71.500 espectadores, diseñado por los estudios de arquitectura Foster + Partners y MANICA, sino también una profunda regeneración urbana en los alrededores. Se prevé la creación de amplias zonas verdes y espacios de uso público en un área de aproximadamente 281.000 metros cuadrados, reforzando el compromiso con la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Aunque la inversión será asumida mayoritariamente por los clubes, estos han solicitado una mínima colaboración pública para determinadas obras en los alrededores.
Según el cronograma inicial, las obras comenzarán a mediados de 2026, una vez finalizada la participación del estadio en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026. Si todo avanza según lo previsto, el nuevo San Siro podría ser una de las sedes de la Eurocopa 2032 que Italia organizará junto a Turquía, convirtiéndose así en un referente de modernidad y en un símbolo del fútbol europeo para las próximas décadas.



