La eliminación de Costa Rica del Mundial 2026 ha provocado una ola de frustración y enojo entre la afición ‘tica’, que esperaba que su selección mantuviera la tradición de asistir a las máximas citas futbolísticas. Tras empatar 0-0 ante Honduras en la última jornada del Grupo C de las eliminatorias de Concacaf, los costarricenses vieron cómo se consumaba un fracaso que comenzó a gestarse desde las primeras fechas del proceso clasificatorio. Haití obtuvo el boleto directo con 11 puntos, mientras que Costa Rica, con apenas siete unidades, quedó fuera incluso de la repesca intercontinental.
El rendimiento del equipo dirigido por Miguel Herrera dejó más dudas que certezas. Aunque el técnico mexicano acumuló números aceptables en partidos amistosos y competencias menores desde su llegada en enero —siete victorias, cinco empates y solo tres derrotas en 15 encuentros—, el nivel mostrado en la eliminatoria fue insuficiente. Solo lograron una victoria en toda la fase final, mostraron poca contundencia ofensiva y fueron incapaces de ganar fuera de casa. Para una selección que hace poco más de una década rozó las semifinales de un Mundial, el contraste es difícil de asimilar.
Afición costarricense explota tras no clasificar al Mundial
La decepción se transformó en indignación al finalizar el duelo ante Honduras. En el Estadio Nacional, un sector de la afición descargó su frustración contra Herrera con gritos y ofensas que rápidamente se viralizaron en redes sociales. Aunque el enojo por la eliminación es comprensible, las manifestaciones de violencia verbal fueron ampliamente criticadas por su falta de respeto y por empañar aún más el cierre de un ciclo futbolístico ya de por sí doloroso. La escena reflejó el clima de tensión que rodea actualmente al fútbol costarricense, marcado por la ausencia de resultados y la desconfianza en el proyecto deportivo.
Tras el partido, Miguel Herrera reconoció la incapacidad del equipo para lograr la victoria que necesitaban y declaró que en los próximos días dialogará con la Federación Costarricense de Fútbol para definir su situación. Lo cierto es que la Selección de Costa Rica atraviesa uno de los momentos más complejos de su historia reciente: no solo quedó fuera de un Mundial al que había asistido de manera consecutiva desde 2014, sino que perdió la identidad competitiva que la caracterizó durante años. La afición exige respuestas, y el futuro inmediato del combinado ‘tico’ dependerá de decisiones profundas, estructuradas y urgentes.



