Kimberly Williams-Paisley por primera vez decidió revelar detalles sobre la pesadilla que vivió en 2022 al perder la voz debido a una condición médica.
Durante una entrevista con People habló de su amarga experiencia. El diagnóstico devastador la sumergió en una etapa de dos años de silencio, cambiando no solo su carrera sino su vida personal.
Ella fue diagnosticada con 'una cuerda vocal parcialmente paralizada' y tuvo que someterse a una cirugía en agosto.
Su esposo, el cantante Brad Paisley, y sus dos hijos adolescentes fueron su mayor fuente de apoyo.
"Me sentía atrapada en mi propio cuerpo", recuerda sobre estos dos años en los que fue silenciada por esta condición.
Tuvo que renunciar a trabajos actorales y hasta se aisló de sus familiares y amigos. Sus hijos Huck, de 17, y Jasper, de 15, la llenaron de fuerza para sanar. "Me sentía invisible", confiesa. "Tenía que pelear para ser escuchada", cuenta Williams.
Actualmente sigue meditando y haciendo entrenamientos vocales, pudo volver a trabajar como animadora del reality show Farmer Wants a Wife de Fox.
"Me siento empoderada ahora", confiesa. "No quiero dejar las cosas sin decir".
El problema de la actriz
La crisis de salud de Kimberly Williams-Paisley comenzó a manifestarse en noviembre de 2022, cuando sufrió una incapacidad repentina para hablar.
Inicialmente, pensó que se trataba de algo pasajero, pero pronto se dio cuenta de que estaba enfrentando un problema más grave.
Todo ocurrió cuando se subió al escenario con su hermana Ashley Williams para animar un evento de recaudación de fondos para pacientes de Alzheimer.
"Me puse el micrófono en la boca y no salió nada. Fue aterrador", recuerda sobre no poder hablar.
Pensó que con descansar la voz y tomar té caliente se repondría, pero no fue así. Al ver que no recuperaba la voz sufrió ansiedad y una profunda tristeza.
Tras asistir al centro médico Vanderbilt Voice Center, los doctores notaron que los músculos de su garganta estaban muy tensos. Le mandaron terapia física pero nada funcionaba.
Durante esta etapa comenzó a escribir y terminó dos guiones, buscando formas alternativas de expresión.
Los médicos pudieron diagnosticar el problema con sus cuerdas vocales y se sometió a una laringoplastia de medialización, una operación que le devolvió la voz.
