El nombre Rubby Pérez ocupa titulares esta semana por un trágico accidente ocurrido durante una de sus presentaciones.
La madrugada del martes 8 de abril, el techo de la discoteca Jet Set, ubicada en Santo Domingo, colapsó durante un concierto que ofrecía el artista.
Gritos de terror reemplazaron a las risas y aplausos que inundaban la fiesta antes de que la estructura se viniera abajo.
Las autoridades informaron que la cifra de fallecidos se eleva a 136 personas, mientras que el número de heridos asciende a 155, quienes han sido trasladados a distintos centros de salud.
El cuerpo sin vida del reconocido cantante Rubby Pérez finalmente fue sacado de entre los escombros de la desaparecida discoteca Jet Set, en Santo Domingo, a horas de que se informara su fallecimiento.
"Desafortunadamente, en la madrugada de hoy [9 de abril] se recuperó su cadáver", aseguró en conferencia de prensa Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias de República Dominicana.
Rubby Pérez fue una de las decenas de personas que quedó bajo los restos del antro Jet Set, cuyo techo colapsó alrededor de las 00:44 horas (tiempo local) del 8 de abril mientras él brindaba un concierto.
Lo encontraron cantando
Por la mañana del mismo día, Zulinka Pérez, hija Rubby Pérez informó a la prensa que él aún se encontraba adentro. Más tarde, compartió que ya lo habían localizado, aunque permanecía bajo la estructura.
"Se encuentra herido, pero está con vida", aseveró al micrófono de Univision, "lo encontraron cantando, él se puso a cantar para que lo escucharan".
Tras más de 14 horas bajo los escombros, el famoso merenguero no logró sobrevivir y perdió la vida, así lo confirmaron sus familiares en las redes sociales.
Nacido como Roberto Antonio Pérez Herrera el 8 de marzo de 1956 en Bajos de Haina, República Dominicana, Rubby Pérez soñaba con una carrera en el béisbol profesional.
Sin embargo, su vida cambió radicalmente el 13 de junio de 1972, cuando fue atropellado por un vehículo. Él tenía 15 años y el golpe le fracturó la pierna derecha.
"Dios tenía otro propósito para mí y era que en vez de tener un bate en la mano tuviera un micrófono, que pudiera comunicar a la gente mi alegría, mi positivismo, mi deseo de seguir adelante, sin importar lo que sucediera", expresó Pérez, quien encontró consuelo en la música mientras alegraba con su guitarra a otros pacientes en el hospital.
