El atuendo que Julia Fox eligió para Halloween ha desatado una ola de críticas para la actriz y modelo estadounidense.
La celebridad de 35 años asistió el jueves 30 de octubre a la fiesta The Cursed Amulet en Nueva York caracterizada como Jackie Kennedy, pero en el momento más traumático de su vida.
Su disfraz recreaba con detalle la imagen de la exprimera dama tras el asesinato del presidente John F. Kennedy en 1963, lo que generó gran indignación entre el público.
Julia Fox apostó por un traje rosa de dos piezas y un sombrero estilo pillbox, muy similar al conjunto de lana doble abotonado que Jacqueline Kennedy llevaba el 22 de noviembre de 1963, día en que JFK perdió la vida durante un recorrido en automóvil por Dallas, Texas.
Además del vestido, la modelo incluyó guantes blancos, una peluca negra corta y un bolso negro. Lo que cruzó la línea fue la inclusión de grandes salpicaduras rojas, simulando sangre
Apenas se difundieron imágenes del disfraz en redes sociales, muchos usuarios expresaron su incomodidad y rechazo a la elección de Julia Fox.
"Esto es perturbador", escribió un internauta citado por Page Six. "Esto no es correcto. Lamento que los Onassis y los Kennedy tengan que ver esto y revivir lo que pasó". Otro argumentó: "Insensible y de mal gusto. La tragedia no es un disfraz".
Ella se defiende
El 22 de noviembre de 1963, Jacqueline Kennedy utilizó un traje rosa de la firma Chanel, elaborado en lana bouclé con doble botonadura; como complementos incluía un sombrero pillbox del mismo color y guantes blancos.
Tras el asesinato de JFK, la primera dama se negó a retirarse el atuendo, que permaneció cubierto de sangre durante el resto del día, e incluso en su viaje de regreso a Washington.
Tras las críticas que recibió, Julia Fox se defendió señalando que no era un disfraz sino una declaración.
"Estoy vestida como Jackie Kennedy con el traje rosa. No como un disfraz, sino como una declaración. Cuando su marido fue asesinado, ella se negó a quitarse la ropa manchada de sangre y dijo: ‘Quiero que vean lo que hicieron’. La imagen del delicado traje rosa salpicado de sangre es una de las yuxtaposiciones más inquietantes de la historia moderna. Belleza y horror. Fitness y devastación", escribió.
Fox concluyó: "Su decisión de no cambiarse de ropa, incluso después de que la alentaron a hacerlo, fue un extraordinario acto de valentía. Fue al mismo tiempo una actuación, una protesta y un duelo".



