Chile se prepara para pasar una noche sin suministro eléctrico después de que fallaran los tres intentos por reparar el corte de energía ocurrido en la tarde de este martes y que afecta al 99 % del país.
Así lo dejó entrever el ministro de Energía, Diego Pardow, al admitir que se intentó "reconectar el Sistema Eléctrico Nacional tres veces, sin éxito".
El corte de electricidad comenzó a las 15.16 hora local (18.15 GMT) de este martes, desde la región septentrional de Arica y Parinacota hasta la meridional de Los Lagos.
Se han realizado numerosos intentos ya por restablecer el suministro eléctrico, de acuerdo con el protocolo que tenemos para este tipo de emergencias, pero por distintas razones, fallas de centrales y falla del sistema SCADA, que conecta la red de transmisión, estos intentos han fallado", comentó Pardow en un punto de prensa en conjunto con la ministra del Interior, Carolina Tohá.
De acuerdo con su explicación, se realizará un "cuarto intento para reponer el suministro de manera general entre las regiones de Arica y Los Lagos".
Aseguró que "el hecho de que no se haya repuesto es porque precisamente los protocolos y los mecanismos de emergencia no han funcionado hasta por tres veces hasta este momento".
Ante esta situación y con la llegada de la noche, la ministra de Interior confirmó que se ha decretado el estado de excepción en todo el país y se ha impuesto un toque de queda nocturno.
El corte que, se ha producido en una de las tres líneas de 500 KV suministran a todo el país por razones aún desconocidas, es el segundo gran apagón que sufre Chile, en menos de seis meses y pone de relieve la debilidad las grandes caricias que país tienen en este sector, altamente privatizado.
El anterior se produjo durante los días de invierno, a consecuencia de una intensa tormenta de lluvia y viento, y dejó a algunas comunidades sin electricidad, durante casi un mes
Fragilidad de una infraestructura esencial
El nuevo corte causó malestar en la población, que recordó los problemas que se produjeron meses atrás con un apagón masivo en la capital y otros sucesivos en otras zonzas, debido a las fuertes tormentas.
En Providencia, uno de los barrios más céntricos de Santiago, la situación era desesperada, con la línea principal del suburbano cortada, los semáforos apagados, grandes atascos y las paradas de los buses llenas, sin opciones para regresar a casa.
"Llevamos dos horas sin luz y sin señal y estamos esperando a ver si cerramos la tienda y nos podemos ir, pero no podemos comunicarnos con los jefes. La tienda de momento si está abierta y está entrando mucha gente a comprar botellas grandes de agua porque se puede pagar con tarjeta", explicó a EFE Aline, trabajadora de un kiosko.
Una situación similar vivió Paulo Ortiz, camarero en un restaurante en la céntrica calle Manuel Montt. Explicó que al principio pensaron "que era el local, luego la cuadra y luego ya ‘cachamos’ (nos dimos cuenta) de que era en todo el país. Mi jefe es bombero y le llegó un mensaje para que estuviera preparado por si tenía que ayudar en la emergencia".
Para Carla, trabajadora en una editorial de Providencia pero que vive a las afueras de la ciudad, el momento era dramático ya que no puede irse a casa porque no hay transporte, por lo que irá donde una amiga que vive más o menos cerca "a ver si poco a poco se recupera la normalidad".
Como ella, la mayoría de las personas trata de comunicarse con los allegados y amigos -pero las líneas de móvil funcionan con dificultad- y temen que las previsiones más pesimistas se cumplan y llegue la noche a oscuras.
Una noche en la que, además, no podrán disfrutar del entretenimiento del verano en el país, ya que el corte también obligó a suspender el Festival Internacional de Viña del Mar, hoy con Sebastián Yatra como artista principal.
Vía EFE