Tras la muerte de Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco, la Iglesia Católica se prepara para uno de los procesos más trascendentales de su historia reciente: la elección de un nuevo Sumo Pontífice. El cónclave iniciará el próximo 7 de mayo en la Santa Sede, con la participación de 133 cardenales.
La elección papal no solo es un evento espiritual, sino también estratégico. Aunque se reconoce la guía del Espíritu Santo, los cardenales suelen conformar bloques de poder, debatir ideologías y proponer candidatos afines a sus visiones para el futuro de la Iglesia. Para evitar presiones externas, los cardenales son recluidos en el Vaticano y no pueden comunicarse con el exterior hasta que se haya elegido al nuevo Papa.
Votos necesarios para elegir al nuevo Papa
El proceso de votación se llevará a cabo en la Capilla Sixtina, y el mundo estará atento al color del humo que emerge de su chimenea: negro si no hay acuerdo, blanco cuando se alcance una decisión. Para ser elegido Papa, un candidato debe obtener al menos dos tercios de los votos, lo que equivale a 88 votos si participan los 133 cardenales previstos.
Entre los nombres más mencionados para suceder a Francisco están Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano; Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana; y Luis Antonio Tagle, cardenal filipino conocido por su cercanía ideológica con el papa Francisco, así como por su defensa de los derechos de la comunidad LGBTQ+.
Una vez que se alcance el consenso, el Vaticano anunciará la elección con el tradicional mensaje: "Habemus Papa", y dará inicio una nueva etapa en la historia de la Iglesia Católica. Hasta entonces, todas las miradas están puestas en el humo de la Capilla Sixtina.
