Un niño hondureño de seis años diagnosticado con leucemia enfrenta la posibilidad de ser retornado desde Estados Unidos, lo que pondría en riesgo la continuidad de su tratamiento médico, según denunció su abogada. El menor fue detenido junto a su madre y su hermana de nueve años por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tras salir de una audiencia migratoria.
La familia, originaria de Honduras, ingresó de manera irregular a Estados Unidos en octubre de 2024 a través del sistema CBP One, una herramienta implementada durante la administración de Joe Biden para procesar solicitudes de ingreso en la frontera. Desde entonces, habían establecido su residencia temporal en la casa de la abuela de los niños en Los Ángeles, California, donde los menores asistían a la escuela y participaban en actividades religiosas.
Califican arresto como ilegal
La abogada Elora Mukherjee, directora de la Clínica de Derechos de los Inmigrantes de la Facultad de Derecho de Columbia, calificó el arresto como ilegal e inconstitucional. En declaraciones recogidas por USA Today, Mukherjee enfatizó que la familia no tiene antecedentes penales ni en Estados Unidos ni en Honduras, y subrayó que enfrentan amenazas en su país de origen.
Someter a esta familia (con un niño de seis años diagnosticado con leucemia) a arresto y detención es ilegal, inconstitucional e inadmisible", afirmó la jurista.
Según la defensa, la madre y sus hijos fueron interceptados por ICE justo al salir de su audiencia migratoria, como parte de un refuerzo de las redadas impulsado por la administración del expresidente Donald Trump, cuyo enfoque migratorio continúa vigente a través de órdenes ejecutivas y políticas de control fronterizo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) declaró recientemente que la mayoría de los migrantes que ingresaron a EE. UU. en los últimos dos años son susceptibles de deportación acelerada. Esta política podría afectar directamente al niño hondureño, cuyo tratamiento oncológico requiere continuidad estricta para garantizar su recuperación.
Expertos médicos han advertido que, de ser deportado, el menor podría enfrentar interrupciones críticas en su atención, ya que el tratamiento para la leucemia infantil suele extenderse por varios años y necesita seguimiento especializado, algo que podría no estar disponible en Honduras.
Hasta el momento, no se ha emitido una decisión oficial sobre el destino migratorio de la familia. El caso ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de derechos humanos, que piden que se le permita permanecer en el país por razones humanitarias.



