El jueves 30 de octubre se hizo viral un presunto caso de brutalidad policial protagonizado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Aurora, Illinois, que ha desatado indignación en Estados Unidos. Según testigos, una mujer estadounidense fue violentamente sometida mientras sus hijos permanecían en el asiento trasero de su vehículo.
De acuerdo con las declaraciones presenciales, la mujer estaba al volante cuando varios agentes rodearon el automóvil sin presentar ninguna orden judicial. En cuestión de segundos, los oficiales habrían disparado contra el parabrisas, pese a los gritos de advertencia de la conductora sobre la presencia de sus hijos. La violencia generó pánico entre los presentes, quienes intentaron grabar la escena, pero fueron alejados por los propios agentes.
El vehículo quedó con el parabrisas destruido y múltiples impactos visibles en la carrocería. Posteriormente, los oficiales sacaron a la mujer por la fuerza. Hasta el momento, no se ha confirmado el número de disparos ni el motivo del operativo, y tampoco se ha informado oficialmente sobre el estado de salud de la víctima o de sus hijos.
Fue un uso desproporcionado de fuerza, sin orden ni justificación", señaló un testigo, mientras que las imágenes del incidente se difundieron rápidamente en redes sociales, generando reacciones de indignación y preocupación.
ICE sin pronunciarse
ICE no ha emitido un comunicado oficial hasta ahora. Sin embargo, organizaciones civiles y defensoras de derechos humanos han exigido una investigación independiente e inmediata, alertando sobre la falta de transparencia en los operativos de la agencia.
De acuerdo con reportes preliminares, la víctima es ciudadana estadounidense sin antecedentes ni órdenes de arresto, por lo que el caso podría constituir una violación grave de derechos constitucionales, según expertos y grupos defensores, quienes han pedido la intervención directa del Departamento de Justicia.



