Cada 31 de diciembre, mientras millones de personas alrededor del mundo se preparan para despedir el año, un pequeño archipiélago en el corazón del océano Pacífico ya está celebrando. Se trata de Kiribati, el país que tiene el privilegio de ser el primero en recibir el Año Nuevo, debido a ubicación geográfica.
Debido a su proximidad a la Línea Internacional de Cambio de Fecha, una frontera imaginaria que divide un día del siguiente. Kiribati, un país insular compuesto por 33 atolones y una isla volcánica, se extiende a lo largo de una vasta área del Pacífico ecuatorial.
Sus islas del Milenio y Kiritimati, en particular, se encuentran estratégicamente ubicadas en la región más oriental de esta línea. Esta posición privilegiada permite que Kiribati opere bajo el huso horario UTC+14, el más adelantado del planeta, lo que significa que sus habitantes son los primeros en brindar por el nuevo ciclo, experimentando las primeras horas del año nuevo mientras gran parte del mundo aún se encuentra en la víspera.
Mientras en Guatemala son las 4:00 del 31 de diciembre de 2025, en Kiribati ya celebran Año Nuevo, pues se encuentran 20 horas adelante.
Unificación horaria
Hasta la década de 1990, la Línea Internacional de Cambio de Fecha atravesaba el propio territorio de Kiribati, creando una situación geográfica y administrativa sumamente peculiar. Esta división temporal generaba una curiosa y compleja realidad: algunas de sus islas vivían con más de 24 horas de diferencia entre sí, lo que dificultaba enormemente la coordinación de actividades gubernamentales, las comunicaciones internas y, por supuesto, las celebraciones nacionales. Mientras los residentes de una parte del país ya festejaban la llegada del Año Nuevo, otros debían esperar un día completo para unirse a la celebración, generando un desfase significativo en la vida cotidiana de la nación.
Fue en 1995 cuando el gobierno de Kiribati tomó una decisión trascendental para resolver este dilema. Solicitó un cambio en el trazado de la línea, logrando así unificar el huso horario en todo su territorio. Desde entonces, las 33 islas comparten el mismo reloj, consolidando de manera definitiva su estatus como el primer país en dar la bienvenida a cada nuevo año, un hecho que no solo simplificó la vida de sus ciudadanos, sino que también le otorgó una identidad única en el mapa mundial.
Mientras Kiribati se adelanta al calendario global, en el extremo opuesto del planeta, la isla Howland de Estados Unidos se convierte en el último territorio en despedir el año.
Ubicada también en el océano Pacífico, Howland opera bajo el huso horario UTC-12, lo que establece una diferencia de más de un día completo con Kiribati, marcando los dos extremos de la celebración mundial del Año Nuevo.



