La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elaboró un informe que contiene los principales hallazgos con respecto a la situación de los derechos humanos en Guatemala, basándose en la visita in loco realizada por sus delegados entre el 22 y el 26 de julio de 2024.
Andrea Pochak, comisionada de la CIDH y relatora para Guatemala, se refirió al tema este lunes 1 de diciembre, fecha en la que también se hará la presentación oficial del documento que se creó para recoger los desafíos y recomendaciones para la nación.
"Estaremos resumiendo en la conferencia de prensa las 43 recomendaciones que la Comisión Interamericana emitió en este informe de país, elaborado a partir de la visita que hemos llevado adelante en julio del año pasado y que luego de esto hemos complementado esas observaciones con una serie de entrevistas y pedidos de información a distintas autoridades e instituciones de Guatemala", explicó.
Agregó que se trata de un informe muy sólido y fuerte, que intenta visibilizar los principales problemas, no solamente de derechos humanos, sino fundamentalmente de institucionalidad democrática que enfrenta Guatemala en estos años.
Según la entrevistada, el anterior informe de la CIDH se había emitido en 2017, a partir de la visita hecha entonces. Después de esto, la comisión puso a Guatemala en un lugar destacado de su informe anual todos esos años, en un capítulo específico por los problemas serios de falta de independencia judicial y debilidad democrática.
Durante ese período, la falta de presencia de delegados de la comisión en el territorio ocurrió porque los gobiernos que ejercieron en ese entonces en Guatemala no otorgaron el permiso para hacer visitas in loco. Y, según la entrevistada, aunque la CIDH venía advirtiendo por años serios problemas de derechos humanos y de otra índole en esta nación y había pedido diferentes veces poder visitar el país, fue hasta enero de 2024 cuando se logró esa anuencia.
"Esto demuestra una apertura del Gobierno (del presidente Bernardo Arévalo) a que hagamos esta observación objetiva, basada en derechos humanos. Esa es la lógica. Nosotros no somos una institución que sigue parámetros de partidos políticos, no tenemos ningún interés partidario en ningún país ni gobierno. (...) También tenemos que reconocer muy gratamente las distintas facilidades que el Gobierno de Guatemala nos ha dado para hacer la observación de manera transparente e integral", añadió.
Entonces, esta nueva visita que se pudo llevar a cabo el año pasado, bajo la anuencia del Gobierno, les permitió actualizar la información y lo que se está advirtiendo en este nuevo documento, en términos generales, es una debilidad fuerte que tiene la institucionalidad democrática en Guatemala y que pone en peligro la vigencia de derechos humanos en general.
"No hay posibilidad de avanzar en los desafíos históricos de derechos humanos si no se garantiza una institucionalidad democrática sólida. Eso implica, fundamentalmente, garantizar la independencia judicial, y eso es lo que está faltando en este momento en Guatemala", añadió Pochak.
CIDH señala "patrón muy fuerte de persecución y criminalización"
La delegada de la CIDH indicó que solo cuando se considera que la situación es "grave" se realizan visitas de parte de los comisionados a ciertos países, tal como se dio en Guatemala. Señaló que se tuvo al país durante años en un capítulo específico del informe anual de la comisión porque no se avanzaba en la garantía de derechos humanos y se sostenían situaciones de desigualdad, racismo e impunidad, entre otras "graves" de derechos humanos.
Sumado a ello, señaló que en Guatemala había una situación de debilidad democrática, falta de independencia judicial, incorrecto funcionamiento de las instituciones de democracia que hacía imposible avanzar en la vigencia de derechos humanos.
Pochak indicó que, por eso, la CIDH puso a la nación centroamericana en ese capítulo del informe anual para que la comunidad internacional pusiera los ojos en lo que ocurría: "había y sigue habiendo, lamentablemente en Guatemala, una situación grave en términos democráticos, de institucionalidad".
La experta señaló que las instituciones democráticas de Guatemala no están funcionando correctamente, básicamente porque no hay independencia judicial. "Lo que nosotros estamos advirtiendo en el caso de Guatemala es que se siguen manteniendo patrones muy altos de impunidad frente a sectores muy poderosos", dijo.
"Al mismo tiempo, hay un patrón muy fuerte de persecución penal, de criminalización hacia quienes defienden derechos humanos: defensores, activistas, líderes sociales, líderes indígenas, y eso genera una fuerte desconfianza sobre la administración de justicia y pone en debilidad al orden democrático en Guatemala", agregó.
En ese contexto, la relatora indicó que Guatemala tiene una particularidad en ese patrón fuerte de criminalización que otros países no tienen y es que se ve con mayor claridad cómo el derecho penal, el sistema penal, se utiliza de manera irregular para perseguir a ciertos sectores, como los mencionados y a los periodistas.
"No hay ningún otro país, como en el caso de Guatemala, que la gente le tiene tanto miedo a ser criminalizado y perseguido simplemente por ejercer sus derechos. Esta es una particularidad que tiene Guatemala y no tienen otros países", manifestó.
Finalmente, la entrevistada aseguró que desde la CIDH existe mucha preocupación por la cantidad de operadores y operadoras de justicia que están en el exilio, según sus palabras, solamente por haber hecho su trabajo de manera independiente e imparcial. También "muy preocupados" por la persecución al periodismo que existe por parte de "determinados intereses poderosos"; y por la situación de impunidad frente a hechos de genocidio que ocurrieron durante el conflicto armado, así como por los grandes hechos de corrupción en el país.



