Más de dos años han pasado desde el deslave ocurrido el 1 de octubre del 2015 en la colonia El Cambray II, cuando un desprendimiento de tierra provocado por las copiosas lluvias de la época soterró centenares de hogares y dejó 253 fallecidos.
El desastre ocurrió en horas de la noche, mientras ciudadanos guatemaltecos dormían dentro de sus casas ubicadas en El Cambray II, que se encontraba a las orillas de un barranco en el Municipio de Santa Catarina Pinula.
Dos centenares de casas, inmuebles y personas quedaron enterrados bajo toneladas de tierra proveniente de una de las dos montañas que encierran por los lados el área.
La catástrofe dejó un saldo de aproximadamente 300 familias afectadas y 374 desaparecidos.
A partir del hecho, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), declaró el área como inhabitable.
En ese mismo año, el expresidente Alejandro Maldonado Aguirre, ofreció construir 181 propiedades para las personas afectadas en un terreno ubicado dentro del Municipio de San José Pinula.
Fue entonces como se inició el proyecto “Mi Querida Familia” (MQF), el cual quedó a cargo del Fondo Para la Vivienda (FOPAVI), delegación del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), pero después fue trasladado al Fondo Social, aseguró Sergio Martínez, encargado de la Dirección de Planificación de FOPAVI.
Los problemas iniciaron en el momento en que el Gobierno de Guatemala se comprometió a entregar un proyecto tan grande, completo, en diciembre del 2015; a tres meses de haber ocurrido la tragedia.
La primera empresa a quien se le delegó la construcción de MQF fue a Inpro S.A., sociedad que según César González, Presidente de la Asociación de Vecinos de El Cambray II, iniciaron el levantamiento de la obra a petición del Ministerio de CIV.
“Encuentran a una empresa a la que convencen de que empiece a trabajar el proyecto sin contrato y sin anticipo, solamente con la palabra del presidente y de las instituciones de que les iban a hacer el contrato y a pagar”, explicó González.
Durante sus operaciones, Inpro S.A. incumplió con la totalidad de construcción que debía realizar, por lo que las autoridades decidieron no renovar su contrato y en febrero del 2016 adjudicaron el proyecto a una nueva empresa llamada Preco S.A.
Pero esta constructora también tuvo inconvenientes para continuar con la la urbanización debido a que por los negocios ilícitos que se habían realizado con anterioridad, la Municipalidad de San José Pinula no se encontraba en la disposición de otorgar una segunda licencia de construcción en el área.
Finalmente, los vecinos se abogaron a la Procuraduría de Los Derechos Humanos (PDH), el Ministerio Público (MP) y el Congreso de la República, para exigir la continuación del proyecto, declaró González.
Pero la historia no termina aquí
El Cambray II estaba ubicado junto a la zona 14 de la Ciudad de Guatemala, mientras que el nuevo asentamiento, “Mi Querida Familia”, se encuentra a 20 km de la capital; situación que complica las actividades económicas de los residentes.
Pero la manera de sobrevivir se encuentra, ejemplo de ello es Diego López, quien decidió abrir una abarrotería en la sala de su nueva propiedad.
Cuatro establecimientos iguales a éste, dos carnicerías y el taller del señor Cum, son algunos de los negocios que se han emprendido dentro de la comunidad.
Más problemas
Luego de tener escasez de agua durante más de un mes debido a problemas con la planta de tratamientos, ausencia de guardias de seguridad en la garita de entrada y un servicio de transporte insuficiente para satisfacer sus necesidades, las labores en Mi Querida Familia no se han detenido.
Con relación a estos inconvenientes, González afirmó que ya han sido solucionados y los vecinos ahora tienen acceso al servicio de agua.
“La bomba se quemó… nos tardamos como 20 días en ponernos de acuerdo con qué proveedor comprarla” explicó.
Además, ahora cuentan con servicio de transporte cada hora.
“Hay un reloj marcador que fue puesto por parte de los transportistas, entonces están obligados a marcar, si no lo hacen, los sancionan” mencionó y agregó que desde hace una semana también cuentan guardias de seguridad en la garita.
Sin embargo, González resaltó que aún surgen complicaciones leves como la filtración por parte de la losa en algunas casas. Pues al comienzo de su traslado, no estaban en temporada de lluvias y no tenían contemplado que esto sucedería.
El vecino mencionó que la mayoría de los inconvenientes de infraestructura que han tenido los han resuelto por sí solos.
González lamenta que cada vez que algo nuevo llega a suceder y piden ayuda a las autoridades, la opinión pública siempre argumenta que “el Gobierno ya hizo suficiente con la construcción de un nuevo residencial para ellos” y que “deberían estar agradecidos en lugar de quejarse”.
Ante esto, él destaca que los comentarios vienen de personas que no ven el trasfondo de lo sucedido.
“Mucha gente desconoce cuál fue la tragedia, que hay una persona que perdió 22 familiares, que hubo una cavando 24 horas hasta encontrar a su familia ocho días después”, concluyó.
Sin embargo, a pesar de las complicaciones los damnificados de El Cambray II finalmente parecen ver la luz al final del túnel. Así es como le dan vida a la frase por la que se han regido desde hace dos años hasta ahora: “hay que seguir adelante”.
Con información de Nathaly Arbizú, Valeria Ruiz, Gabriela Batres
y Adriana Ligorría / Video de Héctor Dueñas
https://soundcloud.com/user-642794698/reportaje-musicalizado-mi-querida-familia