El electo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le propuso mediante una carta al mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, una serie de políticas para reducir la migración y concretar acuerdos para enfrentar de manera conjunta problemas bilaterales.
La carta se entregó al equipo de trabajo que encabezó el secretario de Estado de EE.UU., Michael Pompeo, que visitó México el 13 de julio para reunirse con López Obrador, en lo que fue el primer acercamiento del líder izquierdista con miembros del Gobierno de Estados Unidos.
El futuro canciller, Marcelo Ebrard, fue el encargado de leer la misiva de López Obrador, quien le propuso a Trump “hacer un esfuerzo por avanzar en las áreas sustantivas en las que está la esencia de la relación bilateral: el comercio, la migración, el desarrollo y la seguridad”.
El ganador de la elección del 1 de julio consideró “necesario encontrar un camino común en esos cuatro temas para avanzar en otros puntos de la relación bilateral”.
Ebrard recordó que la propuesta tiene como objetivo iniciar una nueva etapa en la relación entre ambos países “basada en el respeto mutuo y en la identificación de áreas de entendimiento en intereses comunes”.
En materia de comercio, López Obrador le dijo a Trump “que vale la pena hacer un esfuerzo por concluir la renegociación” del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) “ya que prolongar la incertidumbre podría frenar las inversiones a mediano y largo plazo, lo que dificulta el crecimiento económico de México”.
Le recordó que una parte de su equipo acompañará al del Gobierno mexicano actual que retomará platicas el 26 de julio en Washington.
Mientras que en asuntos de migración, le dijo que el propósito fundamental de su Gobierno “será que los mexicanos no tengan que migrar por pobreza o violencia y que la migración sea optativa y no necesaria”.
“Nos esforzaremos en lograr que las personas encuentren trabajo en sus lugares de origen”, apuntó.
Sobre el problema de la migración, López Obrador señaló a Trump que “se debe atender de manera integral” mediante un plan de desarrollo que incluya a los países de Centroamérica.
“Si en este plan participa Estados Unidos y México e incluimos a los países centroamericanos aportando recursos de acuerdo a su economía podría abrir una enorme cantidad de recursos para el desarrollo de la región”, expuso.
Señaló que el 75 % de los recursos de ese plan se destinaría a proyectos para el desarrollo y el 25 % al control fronterizo y seguridad y de esa forma se atenderían las causas que originan el fenómeno de la migración.
Le anticipó que su proyecto de Gobierno desterrará la corrupción, abolirá la impunidad y actuará con austeridad “y todo el ahorro lo utilizará para financiar el desarrollo del país en diferentes proyectos productivos”.
Adelantó que en la frontera norte de México se creará una zona libre o franca para promover la inversión, el desarrollo productivo y la generación de empleos “y será la última cortina para retener trabajadores” de su territorio.
Dijo que en México, a partir del 1 de diciembre, cuando tome posesión “habrá muchos cambios”.
“Y estoy seguro que podemos llegar a acuerdos para enfrentar juntos los problemas bilaterales, respetando en todo momento los derechos humanos”, agregó.