La Gremial de Palmicultores de Guatemala (Grepalma) firmó hoy una política ambienta y de cambio climático para promover la sostenibilidad en sus operaciones con un desarrollo integral y con baja emisiones de gases de efecto invernadero.
Este documento gira sobre el manejo del agua en las plantaciones, la mitigación y adaptación al cambio climático, el manejo de residuos sólidos orgánicos e inorgánicos, el manejo y conservación del suelo, la conservación y restauración de la diversidad biológica, el desarrollo de capacidades, la divulgación de información o el relacionamiento social.
Esta política, según explicó la directora ejecutiva de la gremial Susana Siekavizza, es una muestra del compromiso que el gremio tiene “a favor de la sostenibilidad del sector de aceite de palma en el país”, que ocupa unas 165 mil hectáreas.
Los productores de palma y las empresas que poseen plantas de beneficio realizan acciones importantes de manejo ambiental y que contribuye a mitigar y adaptarnos al cambio climático, al cual Guatemala es muy vulnerable por su posición geográfica”, resumió.
Estimación de gases
En el marco de esta presentación, el sector divulgó un estudio de Estimación de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en la producción de aceite de palma, que contó con el apoyo técnico del Proyecto de USAID Desarrollo con Bajas Emisiones.
La huella de carbono estimada para la producción de aceite de palma en Guatemala es de 0.147 toneladas de CO2 equivalente por tonelada de aceite crudo de palma, compuesto por 0.133 en la fase agrícola y 0.014 para la fase industrial.
“Las emisiones de la producción de aceite representan el 0.41 por ciento de las emisiones nacionales totales, siendo ésta más baja en comparación a otros países productores”, recalca el análisis, que contó con información de actividades y productos de la cosecha de 2016 y datos de 19 empresas asociadas.