Ésta podría ser la pregunta del millón de dólares. Y las razones pueden ser tantas como el infinito número de libros, óperas, telenovelas y películas que se han dedicado a la traición.
Empecemos por la definición que nos brinda la Real Academia de la Lengua Española: Se trata de una “falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener”, hacia alguien o algo.
De acuerdo con Irene Orce, periodista y divulgadora especializada en temas de psicología, coaching y desarrollo personal, y autora del blog Metamorfosis, del periódico La Vanguardia (España), la traición implica “una relación de confianza y afecto profundo
“Cuando un ser humano deposita su confianza en otro y éste actúa de manera contraria a la esperada, hiriéndole de algún modo, se puede considerar que ha sido traicionado”.
Así experimenta tu cuerpo la traición…
Para Tania Rocha, académica e investigadora de la Facultad de Psicología de la UNAM, “cuando nos sentimos traicionados por alguien, lo que implica que se ha roto un compromiso de lealtad, a veces explícito y a veces implícito, sentimos un dolor muy profundo”.
De hecho, se da un desajuste emocional y psicológico muy importante porque la traición se vive como una pérdida.
Tipos de traición
Dice Orce que la traición “es un mazazo a nuestras expectativas, a nuestras certezas y a nuestra manera de vivir y de comprender la vida”. Se trata de un estigma que resulta difícil de superar.
Hay muchos tipos de traición aunque, quizás, en el que más se ha abundado es en la infidelidad la cual, según un estudio de la Facultad de Psicología y el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM), va en aumento en México (el 15% de las mujeres y el 25% de los hombres han sido infieles tanto física como emocionalmente, aunque si se trata sólo de “sentimientos”, la cifra aumenta a 35% para ellas y 45% para ellos
La deslealtad no conoce fronteras y es capaz de destruir familias enteras o viejas y entrañables amistades que dejan de serlo por las decisiones y actitudes de uno u otro a causa de sus intereses personales o económicos. O tal vez por la indiscreción que genera el contar un secreto.
¿Por qué se traiciona?
De acuerdo con Irene Orce, “en la gran mayoría de ocasiones en las que se fragua una traición no hay una intención intrínseca de hacer daño. Hay ignorancia, egocentrismo y torpeza, sin duda, pero en contadas ocasiones encontramos maldad”.
Incluso, agrega, “si nos atrevemos a ser auténticamente honestos con nosotros mismos, posiblemente encontraremos parte de responsabilidad en nuestras decisiones, acciones y actitudes hacia la otra persona”.
En todo caso, asegura la psicóloga Tania Rocha, un paso muy importante para sanar una traición es el perdón.
“Se trata de un proceso muy personal que no significa olvidar o minimizar el daño, sino que implica, en principio, tratar de dejar de lado la venganza, porque esto sólo daña más, así como los pensamientos rumiantes, que implican un desgaste emocional y además generan un sentimiento de desamparo”.
La persona traicionada, indica Rocha, debe analizar las circunstancias bajo las cuales vivió la traición y debe dimensionar las razones por las cuales se dio este proceso de traición y asumir la responsabilidad de lo ocurrido, pues tanto quien traiciona como quien es traicionado tienen responsabilidad.