Un policía que debía terminar una reunión por escandalosa, terminó siendo ¡el alma de la fiesta!.
Un grupo de jóvenes se divertían en una fiesta en Kilsgore, Texas, cuando el alto volumen de la música y la fiesta provocó que los vecinos llamaran a la policía.
De inmediato llegaron al lugar para poner orden, aunque no contaban con que la fiesta estaba en su momento cumbre.
Al entrar, como era de esperarse, los policías intentaron calmar a los alocados jóvenes. Pero uno de ellos los retó a que subieran al toro mecánico que estaba ahí.
El oficial Besser lo dudó por un momento, pero finalmente aceptó la invitación.
Lo que nadie esperaba es que lograra domarlo por unos minutos gracia a su excelente condición física. Todos quedaron atónitos, le aplaudieron y llevaron la fiesta al siguiente nivel.