Paul Watson, de 49 años, pasó 17 años trabajando en un restaurante, pero tras ganar la lotería, decidió comprarse el local donde trabajó con el objetivo de vengarse de su jefe.
Watson ganó la lotería estatal de Minnesota, Estados Unidos, y se embolsó $149 millones de dólares.
Lo primero que hizo fue comprar el restaurante donde había trabajado todos estos años; después le aumentó el sueldo a todos sus excompañeros, con excepción de uno, Oscar Reyes, el gerente, el que fue su jefe.
El gerente no se había comportado adecuadamente con sus Paul y sus compañeros, por lo que decidió tomar venganza.
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Watson lo convirtió en director de relaciones públicas del restaurante, lo cual implicaba que tuviera que salir a las calles, disfrazado de pollo, para que repartiera muestras de pollo frito.
“Durante 19 años, fui el gerente del restaurante. Yo era el jefe aquí, ahora me ascendió, ¡pero tengo que disfrazarme de pollo!”, expresó Reyes.
Oscar Reyes indicó que su nuevo trabajo es extremadamente degradante y que Watson lo expone a un constante hostigamiento, por lo que presentó una demanda de 185 mil dólares contra Watson.
El nuevo millonario y dueño del restaurante indicó a periodistas locales que no le importa la demanda, alegando que “desquitarme con ese hombre no tiene precio”, concluyó.
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Con información de La Opinión