El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó la muerte del líder del grupo yihadista Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, asegurando que murió “como un perro”, en una operación del ejército estadounidense en Siria.
Bagdadi detonó un chaleco suicida que lo mató a él y a tres de sus hijos luego de que miembros de las fuerzas especiales lo atraparan en un túnel sin salida en Siria, anunció el mandatario este domingo.
“Su cuerpo fue mutilado por la explosión. El túnel también se derrumbó sobre él. Pero los resultados de una prueba lo identificaron de forma cierta, inmediata y totalmente positiva. Era él”, cito la agencia AFP.
“Murió después de encontrarse en un túnel sin salida, gimiendo y llorando y gritando todo el tiempo”, agregó el mandatario.
En un mensaje televisado desde la Casa Blanca, Trump detalló que las estadounidenses mataron a un “gran número” de militantes del Estado Islámico en la operación.
“El delincuente que se esforzó tanto por intimidar a los demás pasó sus últimos momentos con miedo absoluto, en total pánico y temor, aterrorizado por las fuerzas estadounidenses que se cernían sobre él”, aseguró.
Añadió que la operación, que requirió volar más de una hora en helicóptero desde una base cuya ubicación no se reveló, se logró con la ayuda de Rusia, Siria, Turquía e Irak.
Recompensa
Bagdadi, un nativo iraquí que se cree que tenía alrededor de 48 años, quien rara vez fue visto.
Desapareció en 2014 y solo se le vio en un video en abril con una barba gris y roja y un rifle de asalto a su lado, mientras alentaba a sus seguidores a “vengarse” después de la derrota territorial del grupo.
Su reaparición fue vista como una reafirmación del liderazgo de un grupo que, a pesar de ser derrotado en marzo, se ha extendido desde Medio Oriente a Asia y África y reclamó varios ataques mortales en Europa.
El Departamento de Estado estadounidense había anunciado una recompensa de 25 millones de dólares por información sobre su paradero.
Con información de la agencia AFP.