En una Europa que ha iniciado el desconfinamiento paulatino, Italia, que lleva enclaustrada dos meses y sigue convaleciente de la pandemia de coronavirus COVID-19, espera con ansias el lunes para ver la suspensión parcial de las restricciones.
“Quiero llevar a mi anciana madre al mar, ¿puedo?”, se preguntaba Pietro Garlanti, de 53 años, con mascarilla y guantes de plástico, al comprar el periódico en un kiosko de Roma. “Espero que los diarios nos digan lo que podemos hacer o no”.
El domingo por la mañana, al igual que en los últimos dos meses, las grandes avenidas históricas del centro de Roma estaban casi desiertas.
Solo algunos deportistas rompían el silencio atronador haciendo jogging alrededor del edificio o los amantes del aeróbic matutino en las terrazas.
Florida supera los 35 mil casos de coronavirus a dos días de su reapertura
Aunque muchos países han empezado a suavizar el confinamiento o lo van a hacer esta semana, 4.600 millones de seres humanos siguen confinados o sometidos a restricciones de desplazamiento por la pandemia de covid-19 que deja ya cerca de 242.000 muertos.
“Es un poco confuso”
Sometidos desde el 9 de marzo a un estricto confinamiento, los italianos, que han sido duramente golpeados por la epidemia con cerca de 29.000 muertos, en particular en Lombardía (norte), se preparan para un levantamiento gradual de las medidas a partir del lunes.
“No bajen la guardia. La fase II empieza. Debemos ser conscientes de que esto será el inicio de un desafío todavía mayor”, alertó el responsable de la célula encargada de responder a la pandemia, Domenico Arcuri, no sin antes recordar que la “libertad relativa” que van a conseguir los italianos se puede frustrar en caso de un aumento de contagios.
Los italianos esperan con impaciencia la reapertura de parques, la posibilidad de visitar a la familia o de reuniones de 10 personas como máximo, desplazamientos circunscritos al interior de la comuna de residencia o la venta para llevar en bares y restaurantes.
Francia prolonga estado de emergencia sanitaria hasta el 24 de julio
No obstante, las medidas varían en las veinte regiones del país, contribuyendo a la confusión. Calabria y Véneto ya han aliviado las restricciones y han autorizado la reapertura de bares y restaurantes, pero sin terraza.
Varios sectores de la economía, como la construcción, el automóvil o el lujo se reanudaron el 27 de abril. Sin embargo, los colegios no abrirán hasta septiembre.
Marghe Lodoli, madre de tres hijos, dice que “por un lado estamos muy impacientes de esta reapertura, ya estamos organizando las actividades de los niños fuera con sus abuelos, pero por otro, es un poco confuso, ya que las reglas no son muy claras y el sentido común quizá no baste”.
Francia, también muy afectada por la pandemia con 24.760 muertos, prevé iniciar el desconfinamiento el 11 de mayo, pero de manera muy prudente y a diferente ritmo, según las regiones. El gobierno decidió el sábado prolongar dos meses, hasta el 24 de julio, el estado de urgencia sanitaria en vigor desde el 24 de marzo, al considerar que la supresión sería “prematura”.
*Con información de AFP