Esperadas en Francia como “pasaportes de inmunidad”, esenciales para un desconfinamiento seguro, las pruebas serológicas no cumplen, al menos por ahora, este papel supuestamente protagónico, aunque tienen una utilidad real para conocer e intentar el control de la pandemia de COVID-19.
Las autoridades francesas anunciaron la semana pasada el reembolso por la seguridad social de los tests serológicos, algo esperado por la población.
Pero a estos análisis de sangre, que buscan la presencia de anticuerpos que indiquen si una persona ha estado en contacto con COVID-19, las autoridades sanitarias le han asignado un papel “complementario”, sólo en algunas circunstancias precisas y siendo perentoria una receta médica oficial.
Panamá vuelve a la cuarentena por nuevo repunte de casos de COVID-19
Lo que está en cuestión, y por lo tanto persisten las incertidumbres, es el vínculo entre la presencia de anticuerpos en el organismo y su eventual protección ante una posible recontaminación, así como cierto temor de que un amplio uso de estos análisis sirva como pretexto para “flexibilizar” las precauciones entre la población.
“Practicar esta prueba sólo tiene sentido para aquellas personas que presentaron síntomas o que, a causa de su profesión, han estado particularmente expuestas al coronavirus. Es el caso en particular del personal sanitario de enfermería, por ejemplo, o aquellos cuidadores que han estado en contacto con ancianos dependientes”, insiste el ministerio de Salud, tras ser preguntado por la AFP.
El debate
En la situación actual, en lo que concierne al conocimiento sobre inmunidad asociado a la exposición al virus, “no es aconsejable realizar este examen sin un acompañamiento médico”, añade.
No obstante, sobre el terreno, en Francia aún persiste una interrogativa sobre la importancia del papel de este examen y la propia interpretación del resultado.
Desde hace semanas, estos análisis se practican en numerosos laboratorios médicos, y en algunas regiones complementan las pruebas de detección. Inclusive, hay farmacias que lo practican sin contar con autorización oficial.
Bukele denuncia campaña para reabrir negocios en medio de la pandemia
En realidad, detrás de esto lo que destaca son los temores de la población respecto a si ha estado o no expuesta al coronavirus y, en tal caso, cómo encarar las relaciones sociales y familiares tras el desconfinamiento.
Pero, inclusive comprendiendo estos temores, hay profesionales que prefieren “no generalizar su utilización, por lo menos hasta que se establezca esa eventual correlación entre el nivel de anticuerpos y la protección, así como la duración de esta última”. De esta manera se refirió Christophe D’Enfert, director científico del prestigioso Instituto Pasteur al ser inquerido por la AFP.
*Con información de AFP