La peste porcina africana (PPA), que no puede ser transmitida a los humanos como Covid-19, tiene una tasa de mortalidad de casi el 100% en cerdos y jabalíes, y no hay vacuna contra ella.
Se propaga entre los animales a través del contacto directo o de los vectores de las garrapatas. Es muy estable en los productos cárnicos y en el medio ambiente.
Una de cada cinco muertes en el mundo está relacionada con una mala alimentación
La enfermedad es responsable de graves pérdidas económicas y de producción. Recientemente, miles de estos animales han sido sacrificados en Nigeria, en donde está siendo catalogado como el “peor brote de la historia”.
“Durante la crisis de COVID-19, la gente puede encontrar difícil relacionarse con enfermedades que afectan a otros animales que no seamos nosotros los humanos”, explicó a Publinews Internacional, Finn Werner, director del Instituto de Biología Estructural y Molecular del University College de Londres, Reino Unido.
Según la Organización Mundial de Sanidad Animal, la PPA es una enfermedad que figura en el Código Sanitario para los Animales Terrestres y debe ser notificada.
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¿Cómo afecta la PPA?
“Muchos países dependen de la cría de cerdos y el virus de la PPA está clasificado como arma biológica porque tiene el potencial de desestabilizar las economías nacionales. En países como China y Vietnam, los cerdos son una fuente de alimento clave y sin alternativas como las aves de corral, las hambrunas no están fuera de discusión”, declaró Werner.
Su prevención depende de la aplicación de políticas de importación y medidas de bioseguridad adecuadas, que garanticen que no se introduzcan cerdos vivos infectados ni productos de cerdo en zonas libres de PPA.
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“Pueden emplearse las medidas sanitarias clásicas, entre ellas la detección precoz y la matanza sin crueldad de los animales (con una eliminación adecuada de los cadáveres y los desechos); la limpieza y desinfección exhaustivas; la zonificación/compartimentalización y los controles de los desplazamientos; la vigilancia y la investigación epidemiológica detallada; y medidas estrictas de bioseguridad en las explotaciones”, explica la organización intergubernamental en su sitio web.
Sin embargo, las repercusiones de la peste porcina africana en el mercado mundial de la carne de cerdo están “poco estudiadas”. Y eso se confirma en una nueva investigación realizada por expertos de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO), en Queensland, Australia, publicada en la revista Nature:
“Se utilizan dos modelos económicos mundiales vinculados para explorar las consecuencias de las diferentes escalas de la epidemia en los precios de la carne de cerdo y en los precios de otros tipos de alimentos y los alimentos para animales.
Estos modelos proyectan un aumento de los precios mundiales de la carne de cerdo de entre el 17 y el 85% y una demanda insatisfecha que impulsa alzas en las demás carnes”, declaró Daniel Mason-D’Croz, jefe del estudio.
“Actualmente estamos siendo testigos de un brote muy grave y devastador, con una cuarta parte de los cerdos de granja del mundo muertos en 2019”, expresó Werner.
Países afectados actualmente por la PPA:
- China
- Mongolia
- Vietnam
- Camboya
- Corea del Norte
- Laos
- Myanmar
- Filipinas
- Corea del Sur
- Timor Oriental
- Indonesia