El presidente Alejandro Giammattei dio a conocer este lunes las secuelas que le dejó el Covid-19. Aseguró que a pesar de que ya es negativo al virus, todavía presenta cierto malestar.
“Me encuentro bien, (pero) tengo una consecuencia que es lo que me mantiene un poco agitado”, expuso.
Aseguró que no es pulmonar sino más bien lo calificó como “un problema mecánico”, que se dio producto del tratamiento “agresivo” que recibió para poder detener el coronavirus.
Según explicó, se le trató como si fuera un caso de altísimo riesgo, por su condición médica, y esto se le ocasionó una gastritis erosiva en el estómago.
“Fue descubierta con una endoscopía la semana pasada, el martes. Es un pequeño sangrado causado por las medicinas”, aseguró.
El gobernante recordó que primer examen de sangre que le hicieron, el jueves 17 de septiembre, mismo día en el que le hicieron el hisopado, tenía la hemoglobina en nivel 15.
Sin embargo, la semana pasada se le practicó un nuevo análisis y el nivel bajó a 10, lo que significa que presenta anemia.
Por eso se le hicieron más pruebas, que permitieron detectar la referida gastritis, para la cual ya está bajo tratamiento.
Se le está inyectando hierro, situación que se mantendrá por tres semanas para intentar nivelar la hemoglobina.
“Mis glóbulos rojos están intentando circular más rápido para llevar oxígeno. Además está el cansancio que deja la enfermedad”, destacó.
Sin embargo, el mandatario aseguró que no es una situación complicada, sino que ya está siendo controlada. “Hay peligro de que me salve”, concluyó.
Pago del tratamiento
Giammattei se refirió a su recuperación del Covid-19 y aseguró que él costeó el tratamiento contra la enfermedad.
Indicó que surgieron pronunciamientos acerca de que cuánto le habrá costado a Guatemala ese tema, pero aseguró que el país no invirtió en ello, pues se utilizaron sus recursos personales.
