A sus 93 años de edad, el papa emérito Benedicto XVI, ha comenzado a presentar dificultades para hablar, reveló este miércoles el cardenal maltés, Mario Grech, en una entrevista publicada en el portal de noticias del Vaticano.
El religioso maltés, quien recibió el título de cardenal el sábado, visitó al papa emérito, junto al resto de nuevos purpurados, en un pequeño monasterio dentro del Vaticano, en el que reside desde su renuncia en 2013.
“Tiene dificultades para expresarse. De hecho, nos dijo al inicio del encuentro: ‘el Señor me quitó la palabra para hacerme apreciar el silencio’”, aseguró Grech.
“Fue un momento de alegría encontrarme con el papa Benedicto XVI, quien creyó en mí y me nombró obispo en 2006”, reconoció el cardenal maltés.
“Ver a ese pastor, a ese hombre, con los años que le pesan, pero a la vez lúcido y sonriente, con la voluntad de comunicar la experiencia que está teniendo del Espíritu, nos animó mucho”, añadió.
A siete años de su dimisión, a Benedicto XVI se le ve cada vez más debilitado en sus apariciones, a menudo en silla de ruedas para desplazarse.
El Papa más anciano
Benedicto XVI se convirtió en septiembre en el pontífice más anciano de la historia, un récord discutible, ya que renunció al cargo.
Joseph Ratzinger, el primer papa en dimitir en siete siglos, renunció en 2013, cuando tenía 86 años de edad, tras un pontificado azotado por los escándalos y una grave crisis dentro de la Iglesia.
Lo sucedió el argentino Jorge Mario Bergoglio, diez años más joven y quien tomó el nombre de Francisco, en honor del santo de los pobres y defensor de los animales y la naturaleza.
Según cálculos del diario del episcopado italiano Avvenire y de la revista Famiglia Cristiana, Benedicto XVI destronó (aunque con el título inédito de Papa “emérito”) al italiano Léon XIII, fallecido en 1903 a los 93 años de edad.
*Con información de AFP