Su asesino Mark David Chapman fue condenado a 20 años a cadena perpetua. En el 2000 se cumplieron los 20 años pero pese a ello permanece en su celda del Correccional de Attica, puesto que le ha sido denegada la libertad condicional en once ocasiones.
La noche que murió, Lennon regresaba del estudio de grabación Record Plant con Yoko Ono. Unas horas antes, el asesino le había pedido un autógrafo al famoso y posteriormente le disparó cinco veces al músico frente a su esposa.
Lennon fue declarado muerto al llegar al hospital más cercano. Chapman se puso a leer una copia de “El guardián entre el centeno” mientras llegaban las autoridades y luego se declaró culpable y fue condenado a dos décadas detrás de las rejas.
Según medios internacionales, Mark Chapman, quien era fan de los Beatles e idolizaba a John Lennon, comenzó a planear el crimen tres meses antes de cometerlo.
Luego de enforcarse en la religión, Chapman enfureció cuando John Lennon dijo que los Beatles eran “más populares que Jesús”.
Desde su más reciente apelación, la viuda de John Lennon confesó que temía por la vida de los hijos del músico, Julian y Sean, si Chapman salía el libertad.
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