El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, fue condenado este lunes a tres años de cárcel, uno de ellos firme, por corrupción y tráfico de influencias.
Sarkozy, el primer mandatario francés en ser condenado a una pena de este tipo, escuchó su sentencia de pie frente al tribunal, aparentemente impasible.
Las penas, no obstante, son inferiores a las que había solicitado la fiscalía: cuatro años de prisión, dos de los cuales firmes, alegando que la imagen presidencial se había visto “afectada” por este caso que tuvo “efectos devastadores”.
Jacqueline Laffont, abogada de Sarkozy, anunció que su cliente está “decidido a seguir demostrando su inocencia” y anunció que apelarán la condena, la cual calificó de “extremadamente severa” y “totalmente infundada e injustificada”.
La apelación suspende la ejecución provisional de la pena que había sido conmutada a arresto domiciliario con brazalete electrónico.
“La verdad saldrá a la luz”
El expresidente de derecha no hizo ninguna declaración al salir de la sala.
La esposa de Sarkozy, la exsupermodelo y cantante, Carla Bruni, reaccionó al fallo en Instagram., calificándolo de “ensañamiento” contra su marido.
“¡Qué ensañamiento insensato, mi amor Nicolas Sarkozy!”, escribió, acompañando sus palabras de una fotografía de ambos.
“La lucha continúa, la verdad saldrá a la luz”, agregó, añadiendo la etiqueta. “#Injusticia”.
El tribunal de París también condenó a la misma pena al exmagistrado, Gilbert Azibert, y al abogado del expresidente, Thierry Herzog.
Sarkozy fue condenado por haber intentado corromper, junto con Herzog, a Azibert, cuando este era juez del Tribunal Supremo. Los jueces dictaminaron que hubo un “pacto de corrupción” entre los tres hombres.
Esta primera condena para Nicolas Sarkozy llega a pocos días de que se enfrente a un segundo juicio, el 17 de marzo, en el caso “Bygmalion”, relativo a los gastos de su campaña presidencial de 2012.
*Con información de AFP