Ayer se estrenaron los primeros dos capítulos de la serie documental de Demi Lovato, “Dancing with The Devil” en la plataforma YouTube.
En esta producción, la cantante narra su sobredosis de drogas que la llevó la hospital en el año 2018.
Tras los primeros episodios, Demetria Devonne Lovato da más detalles sobre ese episodio de su vida.
Recordemos que no es la primera vez que abusa de estupefacientes, porque en el 2011 ingresó a una clínica de rehabilitación por este motivo.
¿Qué sucedió? La estrella se encontraba en su residencia en Hollywood, cuando su asistente entró a su habitación, tras tocar la puerta varias veces, pues ella tenía una cita médica.
Al no responder, la colaboradora entró y vio el cuerpo inerte de la intérprete de “Heart Attack”. De inmediato fue trasladada de emergencia al hospital.
Esto fue el 24 de julio de 2018, ella consumió heroína fumada una noche antes. Reconoció que en el pasado sí se había inyectado drogas, pero no en esa ocasión.
La cantante y las drogas
Después de su primer ingreso a rehabilitación, Demi Lovato se mantuvo sin ingerir alcohol ni drogas durante seis años.
Pero tras recaer en el alcohol, la exestrella de Disney comenzó a ingerir drogas duras, como:
- metanfetamina mezcladas con cocaína
- marihuana
- alcohol
- oxicodona
- Y una droga llamada “molly”.
Esta última, aunque en ocasiones es referido como “Éxtasis”, no siempre es una forma pura de dicha sustancia, ya que suele ser mezclada a su vez con otras drogas sintéticas no probadas.
La Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) refiere que solo el 13 por ciento de la droga molly interceptada tenía éxtasis.
Ella reveló que tras ingerir todas esas sustancias, debió morir. Su proveedor de drogas la inició en el consumo de heroína un día que él no tenía su dosis de cocaína y Xanax para ella.