Recientemente se conoció que Guatemala albergará el primero de varios centros en Centroamérica para inmigrantes solicitantes de asilo en Estados Unidos.
Úrsula Roldan, directora del Instituto sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar (URL), se pronunció este jueves acerca del tema.
Asimismo, habló del escenario actual con relación a la migración irregular tomando como base el cambio en la administración gubernamental en la nación norteamericana.
“Lamentablemente en el último tiempo hubo un flujo migratorio centroamericano importante a partir de los mensajes amigables que hubo de parte del nuevo Gobierno de Estados Unidos”, dijo.
Agregó que esta situación creó algunas contradicciones a lo interno de esa nación, lo que genera presión política hacia la propuesta del presidente Joe Biden.
A su criterio, se han recibido mensajes contundentes por parte de EE. UU. para atacar las causas que generan la migración irregular.
Sin embargo, la expectativa mayor que se tiene de parte de los defensores de los derechos de migrantes es cómo se hará, mencionó.
Sus declaraciones se dieron durante el programa A Primera Hora, de Emisoras Unidas.
¿Un ACA demócrata?
La entrevistada expuso que con la habilitación de los mencionados centros sería preocupante que se repitiera lo que fue el Acuerdo Bilateral de Cooperación en materia de Asilo (ACA), que ponía a Guatemala bajo la figura de un “tercer país seguro”.
“Lo hemos cuestionado tanto y ahora vemos que se suspende el programa Quédate en México y se lleva hacia la frontera más al sur, con Guatemala, y hablan con otros centros que no sabemos si también se van a llevar a Honduras y El Salvador”, dijo.
#NACIONALES El convenio fue suscrito en julio de 2019, durante los gobiernos de Donald Trump y Jimmy Morales.https://t.co/wM2LMvqWr7
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) February 5, 2021
La experta mencionó también que el riesgo se enfoca en que se desestructure lo que sería el sistema de asilo y el derecho de no devolución, que es fundamental para quienes están en riesgo de perder su vida y huyen de sus países por situaciones de violencia o persecuciones políticas o de género.
Otro punto que se debe saber es bajo qué principios de regulación internacional van a funcionar, pues enfatizó que la protección de las personas debe ser en todos los países.
“En lo que no estamos de acuerdo es que se procesen en Guatemala en condiciones totalmente inadecuadas, con respecto al funcionamiento de los sistemas de migración que se tienen en el país”, expresó la directora.
En su opinión, a esto se suman las dificultades derivadas de la situación de impunidad y retrocesos enormes que se ven en la región.
Por ello, Roldán aseguró que se debe estar pendiente de las informaciones que surjan con relación a la apertura de estos centros.
Agregó que el peor escenario que se daría en ese contexto sería que estén deportando desde EE. UU. a todos los que están en procesos de solicitud de estas medidas de protección.
Explicó que si se llega a observar que se traslada a personas deportadas para que se procesen en Guatemala sus casos se trataría, sin lugar a dudas, de un tercer país seguro.
“Y más si se piensa dejarlas en este país, si se sabe que tiene las mismas condiciones del resto de Centroamérica que no son seguras para poder atender a esta población”, añadió.
“Es lamentable si se diera algo similar, sería un ACA demócrata que tiene una retórica humana de la migración, pero que impone casi lo mismo que estaba imponiendo Donald Trump al crear un centro para la gestión de asilo y refugio”, manifestó.
Sin embargo, finalmente Roldán indicó que se debe esperar para conocer con claridad en qué consisten estos centros.
Si servirán para devolver a las personas desde EE. UU. o para abrir el proceso de solicitudes de asilo y así evitar el tránsito de personas por México.
