El secretario de Defensa de EE. UU., Lloyd Austin, ofreció este viernes sus “disculpas” por un ataque perpetrado en Kabul, capital de Afganistán, justo antes de la retirada de las tropas estadounidenses de territorio afgano, en el que murieron 10 civiles.
“Ofrezco mis más profundas condolencias a los familiares vivos de los fallecidos”, dijo Austin en un comunicado, en el que reconoció que el hombre que era objetivo del ataque era “solo una víctima inocente, como los demás trágicamente asesinados”.
“Pedimos disculpas y trabajaremos para aprender de este horrible error”, añadió el secretario de Defensa, poco después de que el Ejército de EE. UU. admitiera que el ataque con drones había sido una equivocación.
“Ningún ejército se esfuerza tanto como el nuestro por evitar las bajas civiles. Cuando tenemos motivos para creer que hemos segado vidas inocentes, investigamos y, si es cierto, lo admitimos”.
“Un error trágico”
Este viernes, el Ejército de EE. UU. admitió que su último ataque en Afganistán, ocurrido el pasado 29 de agosto, había sido “un error trágico”.
El jefe del Comando Central de EE. UU., el general Kenneth McKenzie, dijo que el ataque tenía como objetivo una presunta operación del Estado Islámico contra el aeropuerto de Kabul de la que la inteligencia estadounidense tenía una “certeza razonable”.
Sin embargo, “es poco probable que el vehículo y los fallecidos estuvieran vinculados al grupo yihadista EI-Khorasan” o supusieran “una amenaza directa para las fuerzas estadounidenses”, declaró McKenzie, jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán hasta la retirada definitiva Washington.
“El ataque fue un error trágico”, dijo McKenzie a periodistas.
Las declaraciones se dan, además, depsués de que senadores criticaran al gobierno del presidente Joe Biden por la retirada de Afganistán, calificada de “fatalmente defectuosa”. Esto, mientras el secretario de Estado, Antony Blinken, comparecía ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
*Con información de AFP
