Una explosión en una mezquita de la provincia de Nangarhar, al este de Afganistán, dejó al menos tres muertos, según informaron fuentes de los talibanes.
La explosión, indicaron, se produjo “durante la oración del viernes dentro de una mezquita en el distrito de Spin Ghar”.
“Hasta el momento tenemos tres muertos y 15 heridos”, dijo por su parte un médico de un hospital local. Entre los heridos figura el imán de la mezquita.
La bomba estaba escondida en un altavoz, situado cerca del imán, dijo un residente del barrio, citado por la AFP. La carga estalló cuando se encendió el altavoz para iniciar la oración, añadió.
Por el momento no se ha reivindicado el atentado.
“No es una gran amenaza”
La explosión se produjo en las afueras de Jalalabad, una ciudad del este de Afganistán cercana a la frontera con Pakistán que se ha convertido en un bastión de la rama afgana del grupo yihadista Estado Islámico, conocida como EI-K.
En esta provincia, la prensa local ha informado en las últimas semanas de una serie de asesinatos, atribuidos a conflictos entre talibanes y combatientes del EI-K.
Desde que tomaron el poder en Afganistán, el 15 de agosto, los talibanes, que han hecho de la seguridad su prioridad tras 20 años de guerra, han tenido que hacer frente a una ola de sangrientos atentados perpetrados por el Estado Islámico.
EI-K ha atacado en las últimas semanas a los talibanes y a la minoría chiíta afgana.
Más de 120 personas han muerto también en ataques del EI en las últimas semanas en dos mezquitas frecuentadas por la comunidad hazara, una minoría chiíta, en Kandahar y Kunduz. Sin embargo, el gobierno talibán tiende a minimizar públicamente la amenaza.
La rama del EI en Afganistán “está más o menos bajo nuestro control” y “no es una gran amenaza”, dijo el miércoles el portavoz del gobierno talibán, Zabihullah Mujahid, en una conferencia de prensa en la que anunció 600 detenciones relacionadas con el grupo rival en los últimos meses.
*Con información de AFP