Un informe, solicitado por la Iglesia católica, criticó duramente al Papa emérito Benedicto XVI, acusándolo de no haber hecho nada para impedir abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes en la arquidiócesis alemana que él dirigía en la década de los 80.
Los abogados del gabinete Westpfahl Spilker Wastl (WSW) afirmaron en el informe que el entonces cardenal Joseph Ratzinger no tomó ninguna medida contra cuatro eclesiásticos sospechosos de abusos de menores.
Los expertos dicen estar “convencidos” de que Ratzinger, que fue arzobispo de Múnich y Freising entre 1977 y 1982, estaba al corriente del pasado pedófilo del sacerdote Peter Hullermann. Este vicario de Renania del Norte-Westfalia fue acusado en 1980 de graves abusos sexuales a menores.
Las autoridades eclesiásticas trasladaron a Hullermann a Baviera, donde, a pesar de la terapia psiquiátrica, continuó con los abusos. En 2010 finalmente se vio obligado a jubilarse.
Ratzinger negó conocer el pasado de este cura, cuyo caso causó gran revuelo en 2010, precisamente durante su pontificado.
Los autores del informe también señalaron al cardenal Reinhard Marx, actual arzobispo de Múnich y Freising, por haber actuado de forma negligente en dos casos de curas sospechosos de cometer abusos sexuales contra menores. Es precisamente el cardenal Marx quien solicitó este informe.
A nivel más general, la abogada Marion Wetspfahl denunció el “fenómeno horrible de encubrimientos” sistemáticos de casos de violencia contra menores entre 1945 y 2019 (el periodo que cubre el informe) para “proteger la institución de la Iglesia”.
“Vergüenza y remordimiento”
En un documento transmitido a los letrados, el Papa emérito de 94 años, que vive retirado en el Vaticano desde su dimisión en 2013, negó “estrictamente” cualquier responsabilidad, una posición que para los expertos “no es creíble”, declaró el abogado Martin Pusch.
Dos de los casos implican a clérigos que cometieron varios abusos probados por los tribunales, pero se les permitió seguir con sus obligaciones pastorales, según Pusch.
“La consideración” de las víctimas “sigue siendo insuficiente desde numerosos puntos de vista, también después de 2010”, cuando trascendieron los primeros escándalos de pedofilia en la Iglesia alemana, añadió Pusch.
En tanto, Benedicto XVI manifestó su “conmoción y vergüenza” por la pedofilia en la iglesia tras el informe, según declaró su secretario privado, monseñor Georg Gänswein.
El Papa emérito “manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos, y expresa su cercanía personal y su oración a todas las víctimas”, aseguró Gänswein, añadiendo que “en los próximos días examinará el texto con la atención necesaria”.
*Con información de AFP