La ceremonia de premiación del Mundial de Qatar 2022 dejó un momento inédito en su historia previo a que Lionel Messi levantase el título de la Copa del Mundo, ya que el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, le colocó una prenda llamada “Besht” al astro argentino.
El “Besht” es una prenda de ropa catarí que solo pueden utilizar las familias importantes y gente con peso del país árabe en momentos de relevantes y solo Al Thani la utiliza en todas las ocasiones. En momentos que esta prenda ve la luz normalmente ocurre cuando un padre se la coloca a su hijo al momento en el que se casa.
Este acto se convirtió en algo inédito en la historia de esta competición, ya que en la gala de la FIFA nunca se había realizado alguna excepción de este tipo, por lo que será algo que quedará en la historia de la competición que cerró este domingo su competición. La posesión del “Besht” significa poder, algo que relativo a Lionel Messi se compara en que es el capitán y líder del combinado campeón del mundo.
Lionel Messi logra su misión restante
Lionel Messi ahora se sienta en la mesa de los campeones del mundo junto a Pelé y Diego Maradona: el ’10’ guió a Argentina a la conquista de su tercer título mundial este domingo en Doha, donde derrotaron en penales (4-2, tras empate 3-3) a Francia en una final de leyenda.
A los 35 años, el astro argentino puede despedirse tranquilo de sus periplos mundialistas (participó en los últimos cinco): anotó el primero, de penal (23), y el tercero (en la prórroga, 109) en el estadio de Lusail y participó en el segundo, de Ángel Di María (36).
Aunque la corona rompe con una sequía albiceleste de 36 años sin alzar la Copa del Mundo, antes lo hicieron con Mario Kempes en 1978 y Diego Maradona en 1986, la conquista tiene de protagonista especial a un tipo que vio cómo Alemania se la arrebataba de las narices en Brasil-2014.
Con Di María y Messi como únicos sobrevivientes de la debacle en el Maracaná, el grupo que formó Lionel Scaloni supo cerrar filas en torno al que millones consideran el mejor jugador de la historia, un título resistido para muchos justamente porque no tenía en sus manos lo que alzó este domingo ante 88.966 espectadores.
Y lo hizo ante la campeona defensora de uno de sus potenciales herederos y compañero de equipo en el PSG, Kylian Mbappé, que llevó el partido a los penales al anotar un triplete (80, 81 y 118, dos de ellos de penal) y terminar como goleador del torneo, con ocho dianas.
“¡Somos campeones del mundo!”, gritó ‘Leo’, considerado el mejor jugador del torneo, desde los micrófonos del majestuoso estadio.
*Con información de AFP