Este viernes se dio a conocer que el tenista australiano Nick Kyrgios se declaró culpable ante la justicia de su país por una agresión a su exnovia, aunque evito ser condenado debido a que la jueza que llevó el caso catalogó su acto como uno “de estupidez”.
El finalista de Wimbledon admitió ante un tribunal de Canberra que agredió a su entonces novia, Chiara Passari, el 10 de enero de 2021 al empujarla al piso después de una intensa discusión. “Reaccioné a una situación difícil de una manera que lamento profundamente”, dijo Kyrgios en un comunicado.
“Sé que no estuvo bien, y lo siento sinceramente por el daño causado”, añadió el tenista en su comunicado.
Passari presentó la demanda a la policía diez meses después, luego de que terminó la relación, dijeron los abogados en el tribunal. En una declaración leída en la corte, Passari aseguró que quedó seriamente traumatizada por el hecho, sufrió una severa pérdida de peso y pasó días y noches en cama sin poder dormir ni establecer nuevas relaciones afectivas.
Los abogados de Kyrgios pidieron desestimar la acusación de agresión por motivos de salud mental, al argumentar que fue un incidente aislado y fuera de su comportamiento normal. El psicólogo Sam Borenstein dijo a la corte que Kyrgios sufría de depresión recurrente, incluyendo pensamientos de autolesionarse, insomnio, agitación y culpabilidad.
Borenstein indicó que el tenista australiano recurrió al alcohol y las drogas para enfrentar la situación, y que actualmente ha mejorado. “En este momento, su salud mental ha mejorado significativamente”, indicó.
La jueza Beth Campbell resolvió finalmente desestimar el cargo
Campbell manifestó que Kyrgios actuó mal pero que la agresión no fue planeada o premeditada y que fue “un mero acto de estupidez” por parte de un joven en una situación tensa. Kyrgios habría empujado a Passari, quien intentaba impedir que él se fuera del apartamento de ella en Canberra.
*Con información de AFP