El presidente estadounidense, Joe Biden, prevé una situación “caótica por un tiempo” en la frontera con México cuando el jueves se levante el Título 42, la norma que permite expulsar de inmediato a la mayoría de los migrantes.
“Está por verse. Será caótico por un tiempo”, respondió Biden a periodistas que le preguntaron si su gobierno está preparado para un aumento significativo de migrantes, cuando el jueves, a las 23:59 horas (de Washington) expire el llamado Título 42, una regla activada durante la pandemia que permite expulsar automáticamente a casi todos los que llegan sin visa o documentación necesaria para entrar.
Horas antes, Biden habló con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre las consecuencias del levantamiento de esa norma. Ambos presidentes tienen que coordinarse, porque una vez que se levante la norma sanitaria se usará exclusivamente el Título 8, que permite solicitar asilo siempre que la persona pueda convencer de que será perseguida o torturada si regresa a su país, pero también autoriza la deportación acelerada de los demás. Y una parte de los expulsados acabará en México.
“Discutieron la estrecha coordinación continua entre las autoridades fronterizas y las fuertes medidas de aplicación de la ley”, en previsión del Título 8, cuyas consecuencias son “más graves” porque castiga con cinco años de prohibición de entrada a los deportados, afirmó la Casa Blanca en un comunicado.
Emergencia por masiva llegada de migrantes
Un previsible aumento de migrantes dejaría todavía más al descubierto las profundas divisiones en un país fundado sobre promesas de seguridad y refugio, pero donde la preocupación por la inmigración ilegal hace incierta su bienvenida. Muchos de los que tratan de escapar de las crisis económicas y políticas en sus países ya han cruzado la frontera. Frustrados por la falta de opciones legales, algunos se colaron a lo largo de los 3 mil 100 kilómetros que separan al país más rico del mundo de México.
Las ciudades tejanas de El Paso, Brownsville y Laredo han declarado el estado de emergencia y lidian con cientos de personas, la mayoría de América Latina, y otras de China, Rusia y Turquía. En El Paso, algunos migrantes duermen en las calles, se cubren del sol con sábanas o descansan sobre cartones. Niños piden limosnas. El alcalde Oscar Leeser advirtió que sus oficiales se preparan para la llegada de muchos más el viernes.
El Título 42, activado bajo el expresidente Donald Trump, con el supuesto objetivo de prevenir la entrada al país de gente con Covid-19, sirvió en la práctica para expulsar a migrantes sin tener que aceptar sus solicitudes de asilo. Con su expiración, los migrantes podrán nuevamente presentar solicitudes de asilo tramitadas por vía judicial, un proceso que puede demorar años.
Biden está bajo fuerte presión del Partido Republicano, que reclama una frontera bajo control. Algunos miembros de este partido pronostican la llegada de un millón de personas a la frontera en los próximos tres meses.
*Con información de AFP