La Fundación Avina, con el apoyo de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional para el Desarrollo (ASDI), implementa el proyecto: “Voces Migrantes para el cambio” en Honduras, El Salvador y Guatemala. Este proyecto busca fortalecer el tejido social de la población migrante a través de su fortalecimiento institucional y la capacidad de incidencia de sus organizaciones de base.
“El propósito es que, a través de su fortalecimiento, ellas mismas puedan fortalecer a sus bases, participar en espacios de incidencia estratégica nacional y regional, así como realizar propuestas de políticas públicas para la defensa de sus derechos entre ellos, el derecho al trabajo y a una vida digna”, indicó Cynthia Loría, Gerente Programática de Fundación Avina.
Cada año, más de 500 mil personas procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras intentan emigrar de manera irregular a Estados Unidos. Y a pesar de toda la relevancia que la movilidad humana tiene en la región, el tejido social en el ámbito de las migraciones es frágil y disperso. La mayoría de las organizaciones dirigidas por migrantes en Centroamérica son débiles o carecen de la capacidad institucional y de agencia para actuar como actores influyentes en las regulaciones, políticas y prácticas la defensa de sus derechos humanos y gestión efectiva de la movilidad humana.
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El número de inmigrantes centroamericanos residentes en Estados Unidos se estima en 3.2 millones de los cuales el 50% son mujeres. Sin embargo, las mujeres tienen participación limitada incluso en sus propias organizaciones. “Esta fragilidad está asociada a la vulnerabilidad que afecta tanto a los migrantes regulares como a los irregulares: el racismo y la xenofobia; las barreras lingüísticas; las barreras culturales (etnia, aculturación) discapacidad, género, edad, los procesos administrativos escolares (no reconocimiento de los saberes adquiridos en la fase migratoria), exclusión del sistema bancario, exclusión del sistema de salud y seguridad social, falta de documentos de identidad, entre otros”, agregó Loría.
Los casos de violencia basada en género son un factor de relevancia en la decisión migratoria de las mujeres provenientes de Guatemala, Honduras o el Salvador, según datos otorgados por la entidad.
La duración del proyecto será de 26 meses y beneficiará directamente a más de 1500 personas en condiciones de movilidad humana, principalmente jóvenes y mujeres migrantes regionales, familiares de personas migrantes desaparecidas y personas migrantes retornadas, incluida la población garífuna e indígena. En el proyecto participan la Red Regional de Organizaciones de Sociedad Civil para las Migraciones (RROCM) constituida por 88 organizaciones de 11 países de la región, 15 organizaciones de base migrante del Norte de Centroamérica y al menos 21 instituciones del sector público, sector privado y sociedad civil con quienes se prevé establecer alianzas estratégicas para alcanzar los objetivos del proyecto.
Además, se indicó que el país con una mayor población propensa a migrar es Guatemala (7,112,801), le sigue Honduras (4,997,278) y por último, El Salvador (3,321,267).
El Embajador de Suecia, Hans Magnusson, expresó lo siguiente: ”Junto al equipo regional de cooperación de Suecia en América Latina, nos congratulamos de contar con un socio importante como la Fundación Avina, quienes a través del Proyecto “Voces Migrantes para el Cambio” contribuirán al fortalecimiento del tejido social de la población migrante.”