Kim Kardashian no podía perderse el Paris Fashion Week, donde estuvo el fin de semana como una de las invitadas a la presentación de la colección Otoño/Invierno 2024-25 de una de sus firmas favoritas: Balenciaga.
La empresaria desfiló el domingo en la capital francesa y como embajadora de la marca, su presencia era una de las más esperadas. Ella posó
con un vestido de inspiración gótica repleto de encaje negro, que guardaba un curioso detalle en la espalda.
De manga larga y cuello alto, se trataba de un diseño entallado a la figura con escote ovalado y mangas de murciélago. Una pieza con falda sirena que contaba con una sutil cola.
El atuendo de Balenciaga con una gran abertura en la espalda en la que destacaba una vistosa etiqueta con el logo de la marca todavía colgado de la tela. ¿Se le olvidó cortarla antes de salir? ¿Sería un despiste que pasó por alto?, se preguntaban los usuarios.
La socialité tuvo el privilegio de vestir una de las nuevas creaciones de la firma y estrenar incluso el original accesorio que llevaba en la muñeca: una pulsera con un gancho para el móvil.
Éxito para la empresaria
Usar a Kim Kardashian como imagen parece que le está funcionando a la firma de lujo, pues se han disparado las ventas de piezas que ha lucido la socialité.
Uno de los accesorios más vendidos, y que ella lució, son unas sandalias con puntera abierta, que parecían una sandalias de pedicura desechables y que estaban disponibles por US$450 dólares.
No olvidemos que durante un tiempo solo lucía los famosas pantabotas de Balenciaga en distintos colores, como la vez en la que se presentó en un desfile forrada con cinta adhesiva con el nombre de la marca, así que, que se haya dejado la etiqueta puesta no resulta tan extraño.
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