El estadio San Siro fue testigo de un episodio inesperado al término del emocionante encuentro entre el AC Milan y el Parma, en el que los rossoneri lograron una épica remontada para imponerse 3-2. Sin embargo, más allá del espectáculo deportivo, el foco de atención se centró en un altercado entre el entrenador del Milan, Sergio Conceicao, y el defensa del equipo, Davide Calabria.
El partido culminó de manera vibrante gracias a los goles en tiempo añadido de Tijjani Reijnders y Samu Chukwueze, que sellaron la victoria del Milan. No obstante, una vez que el árbitro pitó el final, Conceicao se dirigió de forma airada hacia Calabria para recriminarle algo sucedido mientras el jugador se encontraba en el banquillo, tras haber sido sustituido por Luka Jovic.
Tensión en el AC Milan
El lateral italiano, visiblemente molesto, respondió de forma alterada, y el intercambio de palabras entre ambos se intensificó rápidamente. La tensión llegó al punto de que estuvieron cerca de un enfrentamiento físico, pero la intervención de varios jugadores y miembros del equipo técnico evitó que la situación escalara aún más. Incluso mientras eran separados, ambos continuaron intercambiando reproches.
Este episodio parece estar influido por un contexto de tensión previo. La decisión de Conceicao de retirar el brazalete de capitán a Calabria y otorgárselo al portero francés Mike Maignan ha generado incomodidad en el defensor. Este domingo, la decisión se reafirmó, con Maignan luciendo el brazalete en un partido clave para el Milan.
Además, la llegada de refuerzos en el puesto de lateral derecho ha incrementado la competencia para Calabria. Durante el verano, el club fichó al brasileño Emerson Royal, y en el reciente mercado invernal incorporó al inglés Kyle Walker. Estas adquisiciones han limitado las oportunidades de titularidad para el italiano, quien enfrenta un desafío adicional para mantener su relevancia en el equipo.
Al finalizar el encuentro, ambos involucrados minimizaron la gravedad del enfrentamiento. Calabria, en declaraciones a DAZN, pidió disculpas y lo atribuyó a la alta intensidad del momento: "Son cosas de campo, un malentendido. Nos importaba mucho este partido y la adrenalina estaba alta. Después hemos arreglado las cosas. No será la primera ni la última vez que pasa algo así en el fútbol. Me disculpo porque no es agradable de ver, pero lo más importante es el equipo y haber logrado darle la vuelta al partido."
Por su parte, Sergio Conceicao ofreció una explicación en rueda de prensa, resaltando su carácter apasionado: "Estoy nervioso todos los días. A veces, con esta adrenalina, se vive este deporte con pasión. Fue una situación del partido y nada más. Soy una persona directa, como cuando corriges a un niño en un restaurante. Tal vez nos dijimos algo de más, pero no es un problema."
