Neymar aterrizó el pasado 31 de enero en un Santos recién ascendido y con hambre de conquista, aunque el crack brasileño firmó un contrato por seis meses que le permitirá jugar con la camiseta albinegra solo hasta julio con la incógnita de saber si renovará o no.
El exdelantero del Barcelona, que volvió a su tierra natal tras una etapa decepcionante en el Al-Hilal saudí, aclaró que su estancia "se puede extender" y expresó el deseo de recuperarse en suelo brasileño y "marcar goles para ayudar" al club donde se dio a conocer al mundo y al que ha regresado con 33 años.
En sus últimas declaraciones, el presidente de Santos, Marcelo Teixeira, manifestó sus buenas expectativas de renovar el contrato con el exjugador del París Saint-Germain hasta la Copa del Mundo de 2026, la que podría ser la última del 10.
El escándalo de Neymar
Su ausencia entre los titulares que enfrentaron la semifinal del Campeonato Paulista contra el Corinthians despertó fuertes críticas de la prensa deportiva y de los seguidores del ‘Peixe’, que esperaban el ingreso del crack para salvar la eliminatoria.
Neymar alegó molestias musculares y vio desde el banco de suplentes la derrota contra el Timão, aunque días antes del partido se mostró en sus redes sociales sin aparentes molestias celebrando el Carnaval de Río de Janeiro en un camarote.
El desembarco del crack en Brasil también cargó la prensa local de rumores sobre su vida personal.
A unos días de que se confirmara su lesión, un portal brasileño de noticias rosas del periodista brasileño Leo Días publicó una foto del helicóptero de Neymar afirmando que estaba en una "fiestita llena de mujeres" en una finca "discreta" en el interior de São Paulo.
La oficina de prensa del jugador descartó su presencia en el lugar, aunque no desmintió la del helicóptero, alegando que "se puede ver en varios lugares, ya que se presta con frecuencia a amigos y familiares".
Tras los rumores, una mujer afirmó en sus redes sociales haber recibido 20.000 reales (26 mil 858 quetzales), supuestamente para asistir a la fiesta y mantener relaciones sexuales con el futbolista y otros invitados, entre los que figuraban amigos del jugador e incluso un político del que no trascendió su identidad.
Sin embargo, Neymar, que espera su cuarto hijo, el segundo con su actual esposa, la influente Bruna Biancardi, evitó referirse a estos escándalos que se le atribuyen e incluso se mostró disfrutando con su familia en una de sus casas en Río de Janeiro.
*Información EFE.