Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, no ocultó su indignación al recordar el polémico penalti anulado a Julián Álvarez durante la tanda decisiva frente al Real Madrid en los octavos de final de la Liga de Campeones. En una entrevista concedida a Dazn, el técnico argentino confesó que tanto él como su equipo se sintieron "ultrajados y violentados" por una decisión arbitral que, en sus palabras, "no se entiende ni se entenderá". El penalti, que inicialmente fue dado como válido, fue anulado tras considerar que Álvarez tocó dos veces la pelota, algo que el video posterior desmintió.
Simeone explicó que no estaba viendo directamente los lanzamientos desde el punto penal, y que celebró el gol al ver que la pelota entraba. Sin embargo, su sorpresa fue mayúscula cuando se lo anularon. "Cuando me cuentan que tocó dos veces la pelota, lo acepté. Pero al ver el video del partido ya terminado, te das cuenta de que no fue así. Eso duele mucho", afirmó. El técnico remarcó que esa acción fue determinante, ya que significaba el pase a los cuartos de final de un torneo en el que, según él, el Atlético estaba teniendo una gran actuación.
Simeone asegura que será una jugada que "quedará para la historia"
El estratega rojiblanco también reflexionó sobre el impacto que esa jugada tendrá a largo plazo en el fútbol, afirmando que "esta jugada quedará para la historia". La International Board (IFAB), de hecho, anunció días después que modificará el reglamento para que, en casos similares, el penalti sea repetido. Aunque Simeone dio estas declaraciones antes de ese anuncio, su visión parece haber coincidido con la necesidad de revisar una norma que, en su opinión, no fue aplicada con justicia en un momento crucial.
Por último, Simeone recordó otro episodio doloroso de su carrera: el gol en fuera de juego de Sergio Ramos en la final de la Champions League de 2016. "Yo estaba al lado del juez de línea y vi el fuera de juego. Años después, el árbitro reconoció el error, pero los momentos no vuelven", lamentó. Para el técnico colchonero, lo ocurrido ante el Real Madrid es una herida abierta, una más en su historial europeo, y lo resume con una palabra contundente: ultraje.

