Los cuatro miembros del grupo ultra Frente Atlético que colgaron un muñeco con la camiseta de Vinicius Júnior en un puente de Madrid, en un acto de fuerte carga racista y amenazante, han sido condenados por la Audiencia Provincial de Madrid. Las penas oscilan entre los 14 y 22 meses de prisión, aunque ninguno ingresará a la cárcel gracias a un acuerdo con las acusaciones, su falta de antecedentes penales y la entrega de una carta de disculpas al futbolista. Las condenas incluyen también multas económicas, órdenes de alejamiento y la inhabilitación para ejercer actividades relacionadas con menores o el deporte.
Uno de los acusados recibió la pena más severa: 22 meses de prisión, desglosados en 15 por un delito de odio y siete por amenazas, al haber difundido las imágenes del acto por internet, amplificando su impacto. Los otros tres fueron condenados a 14 meses por los mismos delitos, y todos deberán pagar multas que oscilan entre los 720 y los 1.084 euros. La sentencia también les impone la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros de Vinicius, tanto en su lugar de trabajo como en los estadios donde dispute partidos, durante las cuatro horas antes y después de los encuentros.
Condena a los ultras del Atlético de Madrid
Asimismo, los condenados deberán cumplir con un programa formativo en igualdad de trato y no discriminación, condición indispensable para que sus penas de prisión queden suspendidas. Esta medida busca fomentar la reeducación y prevenir la reincidencia en delitos de odio. La Audiencia también ha ordenado su inhabilitación para ejercer profesiones u oficios relacionados con el ámbito educativo, deportivo y de tiempo libre durante periodos de entre tres y casi cinco años, dependiendo del grado de implicación de cada uno.
El incidente ocurrió el 26 de enero de 2023, horas antes de un partido de Copa del Rey entre el Real Madrid y el Atlético. Los acusados colgaron el muñeco en un puente cercano a Valdebebas, acompañado de una pancarta con el mensaje "Madrid odia al Real". LaLiga, que presentó la denuncia, fue parte activa en el proceso judicial. Durante el juicio, Vinicius expresó la angustia que sintió al ver las imágenes: "No sabía si yo estaba en peligro y mi familia también". La condena, aunque sin ingreso en prisión, marca un precedente importante en la lucha contra el racismo y la violencia en el fútbol español.